Tras egresar de la UNI, James Valenzuela fundó Resemin, empresa peruana que hoy se posiciona como la tercera corporación líder en la fabricación de equipos para minería subterránea en los 5 continentes del mundo. Conoce la historia de éxito de James Valenzuela.
James Valenzuela es un reconocido visionario peruano que hoy triunfa en el mundo de la minería como CEO de Resemin, empresa que fundó hace 35 años y que hoy se posiciona como la tercera compañía a nivel mundial líder en la fabricación de equipos de perforación de túneles. Aunque actualmente, el ingeniero de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) ha logrado que sus máquinas lleguen a los 5 continentes y cuenta con industrias en Argentina, Zambia, India, entre otros países; en los años 90, tuvo que vender su casa para evitar que su negocio quiebre.
"En el año 97, casi quiebro, tuve que vender mi casa para salvar la compañía. Fueron momentos muy difíciles, me deprimí, pero en 2001 regresé con una nueva idea para crear máquina. Afortunadamente, ese producto llegó a África y al poco tiempo viajé a Zambia para cerrar mi primer contrato", expresó James Valenzuela en una entrevista para el canal de YouTube Gurú Motivación. Conoce la historia de éxito de este empresario peruano.
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James Valenzuela pasó parte de su infancia en el campo minero de Toquepala. Así cursó su educación primaria en un colegio de la zona. "Yo crecí en una villa minera. Yo llegué de bebé ahí porque mi papá empezó a trabajar en Toquepala. Las minas estaban alejadas de la civilización. Ahí fue toda mi niñez", reveló el empresario.
Ya que desde pequeño estuvo relacionado con la industria minera, optó por seguir la carrera de Ingeniería de Minas en la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI). Según contó el CEO de Resemin, pese a que su meta era graduarse como ingeniero en la UNI, siempre supo que debía convertirse en empresario si deseaba triunfar en la vida y alcanzar sus metas.
"Yo empecé a preguntar cuanto ganaba los ingenieros y los gerentes y me di cuenta, después de un año de indagar, que no me iba a alcanzar (para seguir los sueños que tenía) entonces era inevitable que eventualmente me convierta en emprendedor. Sabía también de los riesgos de ser empresario, pero tenía que hacerlo", comentó James Valenzuela.
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Su visión de emprender lo llevaron a convertirse en comerciante mientras aún cursaba la carrera en la UNI. Junto con su primo, compraba artículos de minería y los vendí a los empresarios. Sin embargo, tras graduarse, tuvo que buscar un trabajo que le ayudara a generar más ingresos. Así llegó a formar parte de la compañía sueca de minería Atlas Copco.
Allí aprendió todo sobre el negocio minero en túneles, desde qué máquinas debían operar en dicho sector y qué productos necesitaba. Pese a ello, la 'gran oportunidad' que tanto esperaba llegó durante la crisis industrial de 1988.
"Cuando estaba trabajando en esta compañía empezó la gran escasez industrial del periodo de Alán García y en ese entorno yo vi la oportunidad. Cuando hay crisis también son momentos de oportunidad. Y así es que en 1989 creo Resemin", sentenció
Aunque los primeros años su empresa despegó en el campo de la minería, durante finales de los 90 e inicios del 2000 su compañía entró en una fuerte crisis, por lo que tuvo que vender su casa para salvarla la bancarrota.
Tras varios años de decadencia, en 2001, James Valenzuela decidió regresar al negocio de la minería creando su primera máquina. Este invento fue lo que lo llevó a cerrar un contrato en Zambia, país africano donde actualmente posee una compañía industrial.
"Yo estaba esperando ese momento. Ahora, soy residente en Zambia y hemos echado raíces. Tenemos una compañía con más de 1.500 empleados", añadió.
Actualmente, Resemin exporta sus maquinarias a países de los 5 continentes del mundo como Argentina, Chile, EE.UU., Canadá, Sudáfrica, Zambia, República Democrática del Congo, Botswana, India, Australia, Kazajistán, Serbia, entre otros.
