Las lluvias del mes de marzo han permitido afrontar el verano con más garantías en cuanto a las reservas de agua, pero la sequía es estructural y los embalses continúan por debajo de la media de los últimos diez años. Una situación que es aún peor en la Costa del Sol y las zonas del levante almeriense, áreas de alta concentración turística. En este escenario, la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte ha aprobado la modificación del decreto ley 13/2020 de clasificación hotelera de forma que se concederán más puntos para acceder a un mayor número de estrellas a los negocios que establezcan medidas de ahorro de agua . En total, estarán en juego 20 puntos por estas medidas, los mismos que por ejemplo supone el disponer de un auditorio de grandes dimensiones. Además, para reducir el uso de las bañeras, dejará de ser un requisito imprescindible para acceder a la categoría de tres a cinco estrellas. Entre las medidas que se plantean, la Junta de Andalucía valorará a partir de ahora que los hoteles dispongan de sistemas de reutilización del agua para el tratamiento y posterior reutilización del agua fuera de la red de agua potable. Asimismo, se valorará aquellos hoteles que dispongan de elementos que reduzcan el caudal necesario de agua para un uso concreto, especialmente en cuartos de baño, habitaciones o zonas de ducha. En este sentido, también otorgará puntuación el uso de sistemas digitales de gestión para conocer el consumo de agua, así como inversiones para la reducción de las fugas. Dentro de este paquete de modificaciones del decreto, aunque no directamente relacionado con la sequía, también se valorará disponer de infraestructuras para prevenir el exceso de calor o frío y mejorar la eficiencia energética como la apertura de refugios climáticos, la creación de microclimas, la red ucción de la impermeabilidad del suelo o la aplicación de soluciones bioclimáticas. Junto a esto, ya no será obligatorio para que un hotel o un hotel-apartamento tenga de tres a cinco estrellas que disponga de una bañera en la habitación. El objetivo es reducir su uso dado el elevado consumo. Estas modificaciones vienen acompañas de un plan de ayudas dirigido al sector turístico precisamente para el desarrollo de proyectos vinculados con la eficiencia energética, el cambio climático y la sequía. En total, se distribuirán cuarenta millones de euros en dos líneas de actuación. La primera dirigida al alojamiento y servicios y la segunda a la restauración y la hostelería. La convocatoria que se enmarca dentro del programa de fondos europeos Next Generation complementados con recursos del programa de eficiencia energética en la industria turística subvencionará actuaciones como la reutilización de agua, la reducción del caudal en habitaciones y cuartos de baño, la adaptación de las infraestructuras para prevenir el calor o el frío o la instalación de cubiertas vegetales de bajo consumo hídrico.
