Corrían principios de 2020 cuando el por entonces ministro de Ciencia e Innovación Pedro Duque anunció tras un Consejo de Ministros que se crearía durante su legislatura un museo en honor a Santiago Ramón y Cajal , uno de los más geniales científicos españoles de la Historia, padre de la neurociencia moderna y Premio Nobel. Desde entonces se han llevado a cabo tímidos pasos, como la transferencia de su legado, formado por más de 28.000 piezas del trabajo, al Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN) para custodiarlo y exponer una pequeña muestra en sus dependencias; o la creación de un grupo de trabajo para valorar todas las posibilidades de su posible ubicación. Sin embargo, no ha sido hasta este martes, cuatro años y medio después del anuncio de Duque, cuando el Consejo de Ministros ha dado luz verde al proyecto del Museo Cajal. De momento, el decreto desvela que será de titularidad estatal, dependiente del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades -ahora en manos de Diana Morant- y cuyo objetivo será «difundir y hacer justicia al valor universal del legado de Santiago Ramón y Cajal». Además, se señala que su sede estará «en la ciudad de Madrid», si bien no se da una localización concreta. «Asumimos la necesidad de hacer visible su trabajo, porque conocer su labor es reivindicar la ciencia y la investigación en nuestro país», ha señalado Morant tras el Consejo de Ministros. «Es vital reivindicar su figura y conmemorar la ciencia como herramienta de progreso y desarrollo», ha apostillado la ministra. En octubre de 1934 moría en Madrid Ramón y Cajal. En su testamento ya estipulaba que todos sus enseres científicos y algunos más personales pasarían a conservarse en el Instituto Cajal, creado bajo su tutela. Después de la Guerra Civil, sus discípulos decidieron crear un museo con aquellas piezas en las dependencias del Instituto Cajal, aunque en el año 1989, tras el traslado del instituto a su actual emplazamiento en la Avenida del Doctor Arce, por falta de espacio, pasaron a un cuarto cerrado con llave (habilitado para la conservación, pero no apto para la visita). Un siglo después, el conocido como 'Legado Cajal' aún no tiene un espacio fijo para ser exhibido y sigue dando 'vueltas'. En los últimos años se han sucedido algunos esfuerzos para 'revivir' la figura del genial científico español: sus seguidores tenían expuesta una pequeña muestra en el instituto y el mismo año del anuncio de Duque se instaló en el MNCN una pequeña parte de la enorme colección (que consta de 28.222 entradas, entre las que figuran un archivo fotográfico con más de 2.700 placas, 11 cuadernos, 1.800 dibujos científicos, más de 1.900 manuscritos, medallas y condecoraciones, diez pinturas y miles de preparaciones histológicas). Al final, la muestra, que iba a estar expuesta hasta diciembre de 2021, aún hoy se encuentra en las mismas dependencias y se puede visitar. Es más: toda la colección ha pasado a ser gestionada del Instituto Cajal al MNCN . «Con motivo del traslado del Instituto Cajal a su nueva sede en Alcalá de Henares, y mientras se trabaja en la creación de un Museo Cajal, la presidencia del CSIC, para salvaguardar sus bienes y continuar difundiendo el trabajo del más ilustre de nuestros científicos, decidió depositar el Legado Cajal en el Museo Nacional de Ciencias Naturales», explicaba entonces a ABC la responsable del Archivo Histórico del Museo, Mónica Vergés. Pero esta aprobación no es el final del camino para el esperado Museo Cajal. A pesar de la aprobación del Consejo de Ministros, el Real Decreto no aclara la ubicación exacta del museo más allá de que estará en la capital española (si bien distintos organismos ya se han interesado en albergar dicho Legado, entre ellos el Colegio Oficial de Médicos de Madrid, que alberga en sus dependencias el Aula Cajal, donde el propio científico impartió clases de Histología y Anatomía Patológica durante 30 años). Lo que sí señala es la posibilidad de poner en marcha sedes filiales o vinculadas al museo en otros municipios españoles «mediante la suscripción de los correspondientes instrumentos jurídicos de colaboración entre las distintas Administraciones, entidades y organismos interesados». Además, se estipula que la responsabilidad de toda la colección, incluida su catalogación, gestión y exhibición, recaerá en la entidad del Museo Cajal, lo que deja fuera tanto al Instituto Cajal -al que el propio científico legó sus bienes- como al MNCN, que devolverá toda la colección una vez se cree el organismo. Sin embargo, el Real Decreto tampoco estipula plazos, por lo que a pesar de contar con la aprobación del Consejo de Ministros, el Museo Cajal aún está en el aire.
