Los cazadores de la Sociedad de Caza «Sierra de Lújar» de Órgiva han sido claves para recuperar las poblaciones de Sapo Partero Bético en esta zona de la provincia de Granada aportando, durante el pasado verano y otoño, 10.000 litros de agua en los bebederos instalados en sus acotados y en los que este anfibio ha podido completar su ciclo larvario a pesar de la sequía. Así lo confirma Antonio Heras, agente de Medio Ambiente de Andalucía en la Sierra de Lújar, en un vídeo publicado esta misma mañana en el que atribuye gran parte de este éxito de conservación de una especie no cinegética al trabajo e implicación de los cazadores orgiveños que, ante la fuerte sequía que se prolongó durante el pasado periodo estival y otoñal, no dudaron en mantener el abastecimiento de los bebederos artificiales de sus acotados en los que, además de proporcionar agua para la fauna cinegética y no cinegética, se garantizaba el hábitat idóneo para la recuperación del Sapo Partero Bético. Precisamente, en su testimonio audiovisual, este agente de Medio Ambiente muestra uno de los abrevaderos artificiales instalado y mantenido por la Sociedad de Cazadores «Sierra de Lújar» en el que se pueden observar decenas de renacuajos de esta especie de anfibio característico de la Península Ibérica, cuya conservación se ha visto comprometida en la zona debido a la escasez de lluvia y charcas naturales. Heras, que el año pasado agradecía la colaboración de los cazadores de Órgiva para favorecer la reproducción del Sapo Partero, muestra los resultados de la colaboración y el trabajo de la Sociedad de Cazadores «Sierra de Lújar» y reflexiona sobre la importancia de trabajar por la conservación y el ecologismo implicando a colectivos como los cazadores que «realmente aportan y que, pese a ser señalados como los malos de la película, son quienes más cuidan a las especies que lo necesitan». El papel de los cazadores de Órgiva en la recuperación de una especie no cinegética, como el Sapo Partero Bético, es un ejemplo más de cómo la caza contribuye a la conservación de la biodiversidad más allá de su interés o aprovechamiento cinegético. En este sentido, el delegado provincial de la FAC en Granada, Adelardo Villafranca, afirma que « es un orgullo representar a sociedades que demuestran con hechos los verdaderos valores de la caza social, una actividad que se basa en conservar, proteger y gestionar nuestro patrimonio natural durante todo el año cueste lo que cueste».