Se trata de la primera perforación en aguas ultra profundas para buscar petróleo. Este proyecto argentino podría cambiar el panorama económico del país y su posición en la industria energética mundial.
La búsqueda de petróleo en Argentina ha alcanzado nuevas profundidades con la perforación del primer pozo submarino en aguas ultra profundas. Este proyecto, liderado por la empresa estatal noruega Equinor en colaboración con YPF y Shell, representa un hito histórico en la exploración petrolera del país. El pozo, denominado Argerich I, se encuentra en la Cuenca Argentina Norte, a más de 1500 metros bajo el lecho marino, y tiene el potencial de transformar significativamente la economía argentina.
El buque perforador Valaris, con bandera de Islas Marshall, ha estado operando desde abril a 300 kilómetros de la costa de Mar del Plata. Durante este tiempo, ha obtenido muestras del suelo marítimo que serán analizadas para determinar la viabilidad comercial del petróleo encontrado. La Cuenca Argentina Norte (CAN), geológicamente similar a la Cuenca de Orange en África, genera altas expectativas debido a los descubrimientos recientes en el sur de Namibia.
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El principal objetivo de la perforación en el pozo submarino Argerich I es explorar la presencia de hidrocarburos recuperables que podrían equivaler a 1.000 millones de barriles de petróleo. Este volumen es comparable a las reservas actuales de YPF, tanto en recursos convencionales como no convencionales. De confirmarse la existencia de petróleo en cantidades comercialmente viables, Argentina podría ver un aumento significativo en su producción energética y posicionarse como un actor relevante en la industria petrolera mundial.
Además, este proyecto busca replicar el éxito de regiones similares como Brasil y Guyana, donde la exploración offshore ha llevado a descubrimientos masivos. La Cuenca Argentina Norte, por sus características geológicas, presenta un potencial similar, lo que aumenta las posibilidades de éxito y atrae el interés de importantes compañías petroleras internacionales.
Si las muestras obtenidas por el buque perforador Valaris confirman la existencia de petróleo en cantidades explotables, Argentina podría experimentar un impulso económico significativo. La producción de petróleo offshore no solo aumentaría las reservas energéticas del país, sino que también generaría empleo y desarrollo en la región. La inversión en infraestructura y tecnología necesaria para la extracción y procesamiento del petróleo offshore podría dinamizar la economía local y nacional.
El descubrimiento de petróleo en la Cuenca Argentina Norte también podría atraer más inversión extranjera y fortalecer las relaciones económicas con países, como Estados Unidos y Brasil. Esto, a su vez, mejoraría la balanza comercial de Argentina, reduciría su dependencia de las importaciones energéticas y aumentaría sus exportaciones. La producción de petróleo en aguas ultra profundas podría convertir a Argentina en un proveedor clave de energía en Sudamérica y América Latina.
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El yacimiento de Vaca Muerta ha sido un pilar fundamental en la producción de hidrocarburos en Argentina. Sin embargo, la perforación submarina en la Cuenca Argentina Norte podría representar un nuevo capítulo en la historia energética del país. Mientras que Vaca Muerta se destaca por sus recursos no convencionales, la exploración offshore en Argerich I busca aprovechar los recursos convencionales en aguas profundas, lo cual podría complementar y potencialmente superar las capacidades actuales de Vaca Muerta.
El desarrollo de ambos proyectos en paralelo podría posicionar a Argentina como uno de los principales productores de petróleo en la región, diversificando sus fuentes de energía y mejorando su seguridad energética. La combinación de recursos offshore y no convencionales podría llevar a un aumento significativo en la producción total de petróleo del país.
La exploración petrolera offshore no está exenta de controversias. Greenpeace, una de las ONG ambientalistas más influyentes, ha expresado su preocupación por el impacto ambiental de la actividad petrolera en el Mar Argentino. La organización advierte que las técnicas de exploración, como los bombardeos sísmicos, representan una amenaza para la fauna marina, incluyendo ballenas, delfines y pingüinos.
Greenpeace también señala los riesgos de derrames de petróleo, que podrían afectar negativamente a las comunidades costeras y sus medios de vida, como el turismo y la pesca. La organización sostiene que el desarrollo de la industria offshore beneficia principalmente a las corporaciones involucradas, mientras que los riesgos ambientales y económicos son asumidos por la sociedad.
