La startup Ursa Major, en alianza con la Fuerza Aeréa de Estados Unidos, desarrollan los motores hipersónicos que marcarán un precedente en exploraciones espaciales.
La innovación en tecnología aeroespacial ha alcanzado un nuevo hito. La startup Ursa Major ha logrado un avance crucial con la prueba exitosa de su motor hipersónico Draper. Este desarrollo, financiado por el Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, podrá transformar los viajes espaciales y aplicaciones militares.
El motor Draper destaca por su diseño ligero y reutilizable. Este avance promete mejorar la eficiencia de los lanzamientos espaciales y facilitar el almacenamiento y manejo de los combustibles a temperatura ambiente, crucial para misiones a largo plazo.
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El Draper es un motor hipersónico que combina peróxido de hidrógeno y queroseno, componentes que permiten una combustión eficiente y poderosa. Este diseño mejora el rendimiento y facilita su almacenamiento a temperatura ambiente, evitando la necesidad de costosos sistemas de enfriamiento. Además, su construcción ligera y reutilizable lo convierte en una opción atractiva para múltiples usos en la industria aeroespacial y militar.
El motor hipersónico Draper representa un cambio significativo en la capacidad de los vehículos espaciales. Su diseño permite realizar lanzamientos más eficientes y económicos, facilitando misiones a largo plazo gracias a su capacidad de almacenamiento de combustible a temperatura ambiente. Además, su reutilización reduce los costos operativos y mejora la sostenibilidad de las misiones espaciales.
El desarrollo del motor Draper fue posible gracias a la colaboración entre Ursa Major y el Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. La financiación y el soporte técnico de esta institución permitieron a Ursa Major innovar en el diseño y construcción del motor. La elección de materiales y tecnologías avanzadas fue clave para lograr un motor que combina ligereza, reutilización y eficiencia en la combustión.
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Un motor hipersónico es un tipo de propulsor diseñado para operar a velocidades superiores a Mach 5, es decir, cinco veces la velocidad del sonido. Funcionan mediante la combustión de una mezcla de combustible y oxidante a altísimas velocidades, lo que genera un empuje enorme.
En el caso del motor Draper, desarrollado por Ursa Major, se utiliza peróxido de hidrógeno y queroseno, lo que permite una combustión eficiente y poderosa. Este diseño innovador facilita su almacenamiento a temperatura ambiente, lo que representa un avance significativo en la tecnología aeroespacial y tiene aplicaciones tanto en misiones espaciales como en el ámbito militar.
En la industria aeroespacial, varios proyectos están avanzando en la tecnología de motores hipersónicos. Entre ellos destacan el motor SABRE de Reaction Engines, que combina tecnologías de cohetes y jets para vuelos espaciales y atmosféricos, y el Scramjet, utilizado por agencias como la NASA y DARPA, que aprovecha la alta velocidad del aire para la combustión sin partes móviles.
Además, el X-51A Waverider de Boeing es otro ejemplo de desarrollo en propulsión hipersónica, diseñado para alcanzar velocidades de hasta Mach 5.
