Solo un varón y tres mujeres estaban en el salón La Taberna en Laguna de Zarcero cuando sobrevino el deslizamiento que por poco termina en tragedia. El encargado del local narra la angustia de salir hundiéndose entre el barro para buscar ayuda urgente
El domingo en la tarde comenzó a llover como don Maynor Miranda Castro no había visto desde hacía casi tres años, cuando alquiló un local para establecer el salón de baile La Taberna Chele, en Laguna de Zarcero, Alajuela.
La luz se fue y, en medio de truenos y relámpagos, las cuatro personas que quedaban en el local solo escucharon un estruendo y vieron caer algo de material desde el paredón que está detrás del local. Eran alrededor de las 5 p. m.
Cuando intentó correr, algo le atrapó los pies a Maynor, de 48 años. A como pudo, se sostuvo de una barra y con la otra mano agarró a Yobelis, la muchacha que venía detrás. Ambos lograron salir, pero las dos mujeres que estaban en la cocina, entre ellas Eyling Cerna, la esposa de Maynor, y otra identificada solo como Suleika, quedaron atrapadas entre escombros y barro.
Entre lágrimas, recordó la escena y la incapacidad de volver atrás para ayudar a su esposa y a la otra muchacha. Según los datos del Instituto Meteorológico Nacional, esa tarde cayeron 145 milímetros de lluvia en seis horas, más del doble de lo que cae en un aguacero fuerte.
Maynor cuenta que no está acostumbrado a hacer ejercicio con frecuencia, así que tuvo que sacar fuerzas de donde no tenía para batallar con el barro. Sus pies se hundían, pero tenía que seguir como fuera, porque debía pedir auxilio, ya que la otra muchacha que venía tras él tenía golpes fuertes en los pies y le costaba más caminar.
Apenas llegó a la calle, vio pasar un carro y le hizo señas, logrando que sus ocupantes llamaran de inmediato al sistema de emergencias 9-1-1 por ayuda.
Afirma que los minutos de espera se le hicieron eternos y que temía lo peor. “Yo le pedía a Dios nada más por ellas y que el tiempo no jugara en contra de ellas, por el peligro de estar ahí”, dijo, al agradecer también a las personas que llegaron a ayudar en el rescate.
Este hombre, responsable de tres menores, incluido un bebé de cinco meses, dijo estar agradecido porque todos salieron con vida y porque el salón estaba vacío. Solo 24 horas antes, a esa misma hora, había más de 150 personas en el local, donde muchos lugareños llegaban a bailar y a comer algo. “Si eso hubiera pasado el sábado, no tengo idea de la magnitud de la tragedia”, dijo.
El vehículo de Maynor, un Toyota Hilux modelo 1989, estaba estacionado afuera y la estructura se le vino encima; sin embargo, no sufrió daños mayores.
En el momento de la emergencia, no le dio importancia al dolor mínimo que sentía en un brazo, pero luego supo que tenía una fractura. Deberá ser operado para que le coloquen unos pines y pasará enyesado varios meses durante la recuperación.
El teléfono celular se le quedó en el barro y tuvo que ir al ICE en la tarde para reactivar la línea. Por ahora, este vecino de San Luis dice que no tiene idea de lo que va a hacer en adelante.
Además de los daños totales en el local, la Municipalidad de Zarcero informó que la ruta 741 Zarcero-Bajos del Toro no es transitable por los peligros presentes, entre ellos, fracturas en la calzada, derrumbes y una gran cantidad de piedras que obstaculizan el paso.
El gobierno local agregó que ya está coordinando con el Consejo Nacional de Vialidad para la intervención de emergencia de esta ruta nacional “de mucha importancia para la zona”. Llamó a los conductores a ser precavidos y evitar el tránsito a partir del sitio conocido como La Picada, ubicado aproximadamente a 3 km de Pueblo Nuevo, en dirección hacia Bajos del Toro.