A partir de hoy, Georg Gänswein , secretario y albacea de Benedicto XVI, se convierte en representante oficial del Papa Francisco, quien con este gesto le devuelve su confianza . La Santa Sede ha comunicado que el Pontífice lo ha nombrado «nuncio apostólico en Lituania, Estonia y Letonia» y recuerda que es «prefecto emérito de la Casa Pontificia» . Georg Gänswein, quien cumplirá 68 años el 30 de julio, regresa a la primera línea del trabajo en la Santa Sede tras once meses sin trabajo en su diócesis original , Friburgo (Alemania), adonde el Papa lo envió sin encargos específicos una vez que resolvió las cuestiones ligadas al testamento de Benedicto. En 'El Sucesor' , el libro entrevista con el corresponsal de ABC, el Papa Francisco reconoce «con pena» que Georg Gänswein «me lo hizo algunas veces difícil», en referencia a algunos desencuentros durante los últimos años de Benedicto. Con este nombramiento Francisco intenta pasar página de esta triste historia y subraya que no le guarda rencor por lo ocurrido . También le envía una señal pública de reconocimiento y de agradecimiento por la delicadeza humana con la que cuidó de Benedicto XVI durante su pontificado y los casi diez años de papado emérito. Es también un modo de que la Santa Sede pueda aprovechar la rica preparación del antiguo secretario de Benedicto. Conducir la secretaría papal desde 2005 hasta 2013 ha plasmado su personalidad y su visión, y complementa sus estudios en Derecho Canónico. Como nuncio en los Países Bálticos, un destino no demasiado lejos de sus familiares en Alemania podrá poner en juego sus cualidades y seguir colaborando con los pontífices. Su tarea a partir de ahora es representar al Papa ante los gobiernos de estos tres países y ante los católicos. Le corresponderá por ejemplo seleccionar nuevos obispos y resolver controversias si las hubiera con los Estados. En diciembre de 2012, dos meses antes de anunciar la renuncia, Benedicto XVI nombró a Gänswein «prefecto de la Casa Pontificia», cargo equivalente al de jefe de la Casa Real. La idea era que lo compaginase con el de secretario del Papa emérito y sirviera de enlace con su sucesor. Sin embargo, no se llegó a crear la química y la confianza necesaria entre Francisco y Gänswein y la relación entre ambos fue siempre tensa y distante . La paciencia de Francisco llegó al límite en enero de 2020 cuando el cardenal Robert Sarah publicó un libro en defensa del celibato sacerdotal firmado supuestamente junto a Benedicto XVI, con un título en primera persona del plural ('Desde lo más hondo de nuestros corazones') , como si Ratzinger asumiera todo el contenido. En realidad, el Papa emérito había autorizado sólo la publicación de un artículo que había escrito sobre el sacerdocio. En esas mismas fechas, Francisco debía responder a la propuesta del Sínodo de la Amazonia a que en algunas zonas remotas pudieran ser ordenados sacerdotes indígenas diáconos permanentes casados, para garantizar la llegada de los sacramentos. Aunque el Papa ya había decidido no hacerlo, el libro de Sarah fue visto como un gesto de presión contra el Papa Francisco. Benedicto solicitó que se retirara su firma de la portada y comunicó a Francisco que no publicaría ningún otro escrito para evitar malentendidos. Como consecuencia del escándalo, el 20 de enero de 2020, Francisco solicitó a Gänswein que se tomara una «excedencia» conservando el sueldo de prefecto, y que a partir de entonces se concentrara en cuidar de Benedicto. La ruptura completa se produjo casi tres años más tarde, cuando el mismo día del funeral del Papa emérito, 5 de enero de 2023, Gänswein publicó un libro que mezclaba recuerdos sobre la vida cotidiana de Benedicto, correspondencia privada entre los dos pontífices y críticas a su sucesor. En 'Nada más que la verdad' citaba algunas perplejidades que el papa emérito había manifestado en privado sobre expresiones teológicas de los primeros documentos del Papa Francisco o por el motu proprio con el que recuperó la decisión del Concilio Vaticano II de limitar la celebración de la misa según el llamado rito tridentino. «Que el día del sepelio (de Benedicto) se publique un libro que me pone de vuelta y media, contando cosas que no son verdad, es muy triste. (…) Me dolió que se usara a Benedicto. El libro salió publicado el día del entierro, eso lo viví como una falta de nobleza y de humanidad», aseguró Francisco en «El Sucesor». Gänswein habría explicado en privado que intentó detener la publicación de ese libro, sin conseguirlo . En cualquier caso, su libro fue considerado una violación del secreto profesional y hacía difícil que el Papa le encomendara una misión de confianza. Ahora Francisco ha decidido hacerle nuncio. Tras seis meses en Friburgo, en enero de 2024, el ex secretario de Benedicto visitó al Papa Francisco y se produjo un acercamiento entre ambos en el que aclararon sus posiciones. Meses más tarde, Francisco le propuso un encargo como nuncio y puso a su disposición tres destinos diferentes en tres continentes para que eligiera el que considerase más oportuno. Al final, Gänswein ha optado por los Países Bálticos.