Un escalofriante estruendo sobrecogió el pasado 1 de agosto a pie de asfalto a la ciudad de Valladolid. Sus ecos retumbaron en toda la capital del Pisuerga desde el epicentro en la calle Goya donde una explosión de gas había hecho saltar por los aires el número 32 segando con ello la vida de Teresa B. C. y dejando un reguero de heridos y de vecinos obligados a abandonar sus casas. Desde entonces el edificio está precintado y deshabitado pero en una visita a lo que queda de sus hogares los propietarios comprobaron que faltaban cosas. Fruto de las investigaciones, esta semana la Policía Nacional ha detenido a un varón por seis delitos de robo con fuerza en el interior del inmueble. Fu el pasado 24 de mayo cuando varios de los propietarios de las viviendas presentaban denuncias por robo , ya que habían apreciado la ausencia en sus casas de distintos objetos como lámparas o pequeños electrodomésticos. Las denuncias de los vecinos dieron pie a una «laboriosa» e «intensa» investigación , explican en un comunicado desde Policía Nacional, en la que el Grupo de Robos de la Brigada Provincial de la mano de Policía Científica llegaron hasta el supuesto autor de los robos. No era la primera vez que se relacionaba su nombre con el edificio deshabitado. Unos meses antes, en febrero , se había topado con él un perito mientras estaba trabajando en el edificio. Entonces solo se le pudo identificar puesto que no se encontraron pruebas de su implicación en algún tipo de delito. En este caso, señala la Policía que sí se ha podido «constatar» su responsabilidad en los robos denunciados en la calle Goya y en base a ello fue detenido este pasado martes. Tras pasar a disposición judicial fue puesto en libertad con cargos.
