Esta festividad se celebra cada año el 24 de junio, coincidiendo con el solsticio de verano en el hemisferio norte.
La fiesta de San Juan es una celebración popular que tiene lugar en muchos lugares del mundo en honor a San Juan Bautista, un santo reconocido en la tradición cristiana.
La festividad de San Juan tiene sus raíces en antiguas tradiciones paganas relacionadas con la llegada del solsticio de verano, considerado un momento de renovación y fertilidad. Con la cristianización de estas festividades, se adoptó la figura de San Juan Bautista como el santo patrono de la celebración.
La fiesta de San Juan se caracteriza por la realización de diversas actividades y rituales, que varían según el lugar y la cultura durante la noche del 23 de junio. Una de las tradiciones más extendidas es la quema de hogueras, que simboliza la purificación y el alejamiento de las malas energías. La gente se reúne alrededor de las hogueras para saltar sobre ellas, realizar danzas y cantar canciones populares.
La fiesta de San Juan es considerada una ocasión para celebrar el inicio del verano, disfrutar de la compañía de familiares y amigos, y participar en rituales que simbolizan la renovación y la buena suerte. Cada lugar tiene sus propias tradiciones y costumbres, lo que hace que esta festividad sea diversa y llena de colorido en todo el mundo.
Se celebra cada año el 24 de junio, coincidiendo con el solsticio de verano en el hemisferio norte.
En España, la festividad de San Juan no es un día festivo en toda la península en 2024. Las principales comunidades que se preparan para esta celebración son Cataluña y la Comunidad Valenciana, además de ciudades como Albacete.
La Ley 22/1988, de 28 de julio, de Costas, establece que el uso de las playas es libre, público y gratuito para actividades comunes como caminar, nadar, navegar y realizar embarques y desembarques, entre otros. En el caso de eventos familiares pequeños, como una fiesta de cumpleaños, no se requiere ninguna autorización. Sin embargo, se deben respetar los límites legales establecidos por las ordenanzas del municipio correspondiente en cuanto a ruido o música.
Cada municipio tiene la facultad de aprobar su propia normativa para fomentar el uso adecuado de los espacios públicos. Aunque hay excepciones, las reglas son generalmente similares y suelen incluir aspectos como el consumo de bebidas y la recolección de basura.
El Reglamento de la Ley de Costas estipula que el uso de este espacio público sin la correspondiente autorización administrativa puede ser considerado una infracción leve, sancionable con una multa de 20 euros por metro cuadrado y día. Si se desobedece la orden explícita de detener la actividad emitida por la Administración, la infracción se agrava y la multa aumenta a 120 euros por metro cuadrado y día.
Las normativas municipales y autonómicas pueden establecer sus propias sanciones. En el caso de Baleares, su Ley de régimen jurídico de instalación, acceso y ejercicio de actividades impone multas que oscilan entre 30.000 y 300.000 euros por la realización de actividades recreativas en dominio público sin la debida autorización.
