Puede que sea cuando se ejecute la corona con más estrellas. Nada excesivo se se trata de reconocer precisamente a la Virgen de la Estrella. El proyectista Curro Claros presentó el viernes el proyecto de la corona que se empleará para el acto de imposición canónica del 21 de junio de 2025. Se trata de una obra de corte barroco, muy de joyería en la que destaca la transparecía que ofrecen sus líneas de marcado estilo barroco. Arranca con un canasto que contiene cabezas de querubines con paños colgantes, detalle que son los mismos que aparecen en la parte superior del zócalo cerámico de la capilla sacramental de la parroquia o en las las cartelas del azulejo del altar mayor con escenas de la vida de la virgen. En esas cartelas que también aparecen en el canasto se reflejan distintas escenas de la vida de la Virgen como la Asunción, la Natividad, la huida a Egipto, la Anunciación, la Virgen Niña o la presentación de Jesús en el templo. Los seis imperiales van cuajados de aguamarina piedras azules que toman como referencia el cielo que se refleja en el agua del rio que cruza Coria. Estos imperiales convergen en un punto central que termina en una cruz nacida de un orbe rodeado por un sol radiante con uvas y espigas que representa a María, como Estrella de la Mañana y primer sagrario de Cristo. Para el autor «son también un mensaje de amor los ramilletes de flores que se disponen entre los rayos biselados y flamígeros que hacen la función de destellos, representando la divinidad de María.» La ráfaga exterior se completa con 40 estrellas de diverso tamaño a las que hay que unir las 10 que aparecen en el canasto, todas con la singular forma de los soles.