El béisbol es un deporte que nos ha regalado de historias inspiradoras, pero pocas pueden compararse con la de Monty Stratton. Este lanzador de los Chicago White Sox superó la adversidad y lo que muchos creían imposible.
Stratton era una estrella en ascenso en las Grandes Ligas, con un futuro prometedor por delante. Sin embargo, en 1938, su carrera parecía haber terminado cuando accidentalmente se dispara en una pierna mientras cazaba conejos en su finca de Texas. Esto provocó la amputación de su pierna derecha. Para muchos, esto habría significado el fin de sus sueños en el béisbol, pero Stratton no estaba dispuesto a rendirse
Con una determinación inquebrantable, Stratton se adaptó a una prótesis de pierna de madera, y contra todo pronóstico, aprendió a caminar de nuevo, además se propuso volver al montículo. Su regreso al béisbol profesional en fue1946, en las ligas menores, logrando captar la atención de aficionados y periodistas
Stratton volvió a practicar su deporte favorito, y aunque para muchos lo hacía en desventaja, el demostró que su calidad estaba más allá. En su primer año de regreso, logró 18 victorias en la Liga del Este de Texas. Su historia inspiró a tal grado que en 1949 se realizó una película basada en su vida, con James Stewart interpretando al valiente lanzador.
La historia de Stratton nos recuerda que el béisbol es más que estadísticas y victorias. Es un deporte que puede mostrar lo mejor del espíritu humano.