Si una mascletà puede calificarse como divertida, la de este sábado en Alicante, a cargo de la pirotecnia valenciana Tamarit, sería un buen ejemplo, gracias a un disparo variado, en el que se han empleado buena parte de los efectos disponibles para hacer más que amenos los 5 minutos y 38 segundos de duración del espectáculo pirotécnico. No será la mejor, pero no ha aburrido en ningún momento. Ha habido de todo: digital, colores, heterogéneas fases aéreas, un largo y potente terremoto terrestre y un digno bombardeo definitivo aéreo. Una mascletà como toca en un 22 de junio en Alicante.