Despertarse con cansancio a pesar de haber dormido muchas horas es una experiencia frustrante que afecta a muchas personas. ¿Por qué sucede esto?
Carla Estivill, una reconocida especialista en calidad del sueño, reveló en un video cuáles son las razones detrás de este fenómeno y cómo las diferentes fases del sueño son fundamentales para un descanso verdadero.
Estivill explica en una entrevista con el periodista español Uri Sabat que una de las principales causas de este problema es la interrupción de las fases profundas del sueño, frecuentemente sin que nos demos cuenta. "Durante la noche pasamos por diferentes fases de sueño", señala.
"Comenzamos en vigilia, luego entramos en una fase superficial cuando comenzamos a relajarnos, y posteriormente caemos en las fases profundas, conocidas como fases 3 y 4, donde ocurre la reparación física más importante", agrega. Si algo interfiere en estas fases profundas, el sueño se vuelve superficial nuevamente, impidiendo un descanso reparador.
Además de las fases profundas del sueño, Estivill destaca la relevancia de la fase REM (Movimiento Rápido de Ojos). Durante esta etapa, no solo soñamos, sino que también consolidamos recuerdos y aprendizajes del día.
"Por la noche es cuando estamos consolidando recuerdos, aprendizajes... y también limpiando toxinas acumuladas", explica. Esta fase, aunque menos profunda que las anteriores, es esencial para ordenar nuestros pensamientos y eliminar información innecesaria.
La fase REM es vital para la "reparación mental". Si no pasamos suficiente tiempo en esta fase, nuestros procesos cognitivos y emocionales pueden verse afectados, lo que contribuye a esa sensación de fatiga al despertar.
Si sos de los que sufre insomnio, tenés que saber que el sueño, además de tener un efecto reparador, también actúa como un proceso de limpieza interna. "Podríamos asemejar el cuerpo a una ciudad que, por la noche, descansa y se limpia. El cuerpo se pone en modo limpieza", comenta Estivill.
Mientras dormimos, nuestro sistema neurológico reduce su consumo de energía para enfocarse en procesos de reparación y limpieza, similares a cómo una ciudad saca la basura y se prepara para el día siguiente.
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El mensaje de Estivill es claro: si te despertás cansado, es probable que no estés entrando lo suficiente en las fases profundas del sueño o no estés pasando el tiempo necesario en la fase REM.
Conocer y respetar estos ciclos puede ser la clave para mejorar la calidad de nuestro descanso y, en consecuencia, nuestra calidad de vida. Estos son algunos consejos para decirle chau al cansancio:
Mantener una rutina regular de sueño: acostarse y levantarse a la misma hora todos los días ayuda a regular el reloj biológico.
Crear un ambiente propicio para dormir: asegurarse de que la habitación esté oscura, silenciosa y a una temperatura confortable.
Limitar la exposición a pantallas antes de dormir: la luz azul de dispositivos electrónicos puede interferir con la producción de melatonina, la hormona del sueño.
Evitar comidas pesadas y cafeína antes de acostarse: estos pueden dificultar la capacidad de conciliar el sueño o de alcanzar las fases profundas del sueño.
Practicar técnicas de relajación: actividades como la meditación o la lectura pueden ayudar a reducir el estrés y preparar el cuerpo para el descanso.