La semana próxima, el oficialismo solo podrá pedir la aprobación de la versión que obtuvo media sanción en Diputados. Las consecuencias negativas para los trabajadores del sur y los mayores recursos que le daría al estado.
El llamado al Pacto de Mayo el 9 de julio ya marcó los tiempos del Gobierno: esperan lograr dictamen en comisiones el próximo martes para tratar el jueves en la Cámara de Diputados la Ley Bases y el capítulo fiscal. Donde se insistirá por una versión de la reforma del impuesto a las Ganancias que generaría perdidas para los patagónicos, pero más ingresos para Javier Milei.
Ante el rechazo de la reforma del impuesto, por 31 votos positivos a 41 negativos en el Senado, el oficialismo buscará revertir esta situación en la Cámara de origen. "Quedaron cosas en el camino que vamos a recuperar como Ganancias y Bienes Personales", destacó el jefe de Gabinete, Guillermo Francos.
Pero el Gobierno solo podrá insistir con la versión y es la que obtuvo media sanción en la Cámara de Diputados que no contiene los cambios que se introdujeron en el Senado: la deducción incrementada para los patagónicos ni de los intereses de los créditos hipotecarios UVA.
Así, de conseguirse la mayoría, por el esquema de Mínimo No Imponible (MNI) y deducciones pasarían a pagar el impuesto los asalariados solteros a partir de $ 1,8 millones y los casados con dos hijos desde de $ 2,3 millones brutos, con independencia de que si los costos del lugar en donde viven son más altos.
La pérdida del artículo de la deducción incrementada genera grandes desincentivos a los diputados del sur para votar la reforma del impuesto. ¿Por qué apoyarían la versión original si saben que el Gobierno en el Senado cedió a darle beneficios a los votantes de sus provincias?
Y a su vez, siendo conscientes de las alertas que ya se generaron. "El impuesto a las Ganancias provocará desabastecimiento" (de combustibles), tituló la Federación Argentina Sindical del Petróleo, Gas y Biocombustibles (FASiPeGyBio) su comunicado durante el tratamiento del proyecto en abril pasado.
A causa de que la redacción, planteaba la eliminación del régimen especial que tienen los petroleros, por la Ley 26.176, que exceptuaba un 25% del sueldo de la base imponible, la cual solo quedaba vigente para los trabajadores de pozos. Una situación que se buscó mejorar con la deducción incrementada que se agregó en el Senado.
El hecho de que la única versión de la reforma del impuesto a las Ganancias por la que se puede insistir sea la que obtuvo media sanción en Diputados tiene beneficios para el Gobierno: genera mayores ingresos de cara al superávit fiscal que se quiere lograr.
En diciembre pasado, en la tabla que el Ministerio de Economía compartió, se pretendía que por la "reversión reforma Ganancias" se genere una recaudación del 0,4% del Producto Bruto Interno (2024), una cifra que se redujo frente a los cambios.
En el informe técnico, tras la finalización de la octava revisión y el desembolso de u$s 800 millones, el Fondo Monetario Internacional (FMI) proyectaba que la versión del Senado de Ganancias solo daría recaudación por 0,25%/PBI.
