La UD Las Palmas ha oficializado la contratación del mediapunta valenciano, cerrada desde hace meses. Manu Fuster es uno de los refuerzos más ilusionantes del mercado amarillo. Consolidado entre los mejores de Segunda División, el jugador viene de realizar dos temporadas a un excelente nivel en Albacete. Firma hasta 2028 después de que la UD pague 1,5 millones de euros por su fichaje.
Mucho antes de que terminara la temporada Las Palmas había cerrado la contratación de Manu Fuster. Una operación conocida a la que solo le faltaba la oficialidad. Ya es una realidad y el equipo amarillo puede decir que ha firmado a uno de los mejores futbolistas (para muchos el mejor) de toda la Segunda División. Un fichaje que invita al optimismo por el excelente nivel que el jugador ha ofrecido en Albacete. Llevaba en el Carlos Belmonte desde 2019 pero sobre todo estas dos últimas temporadas en Segunda División han confirmado a Fuster como un talento excepcional.
El no tener experiencia en la élite (debutará en Primera con la UD) no ha sido ningún impedimento para su contratación. Desde la dirección deportiva creen que encaja a las mil maravillas en el modelo de juego del equipo y que se va adaptar a las exigencias de la categoría. Un caso parecido al de Mika Mármol o Javi Muñoz, fichajes foráneos que llegaron a la isla sin apenas bagaje y han acabado siendo indiscutibles. Y es que la sensación que impera en el club es que Manu Fuster va a entenderse a la perfección con sus nuevos compañeros. Su perfil casa con el de los mejores peloteros del equipo y su asociación con jugadores como Kirian o Alberto Moleiro pueden dar muchas alegrías.
Históricamente, el jugador que más se ha formado y exportado en el Archipiélago es el mediapunta habilidoso. Ese jugador que físicamente no destaca pero que técnicamente está por encima del resto. Capaz de jugar en ambos costados, se siente cómodo sobre todo por dentro. Los compañeros lo buscan constantemente y todo el juego ofensivo pasa por sus botas. Lo podemos ver finalizando las jugadas, asistiendo o retrasando su posición para iniciar las jugadas. El lector seguramente haya puesto nombre y apellidos a esta descripción.
Desde la llegada de Luis Helguera a la isla, el modelo de juego de Las Palmas ha intentado favorecer lo máximo posible a esta clase de futbolistas. Todo el equipo debe estar en sintonía y hacer que esta figura destaque, aunque con ello algunos jugadores sus prestaciones (como en el caso de los delanteros). Gracias a esta apuesta, el equipo ha conseguido regresar y mantenerse en Primera División.
Sin ser canario, Manu Fuster encaja a la perfección con esta descripción. El enganche ha sido el director de orquesta del Albacete y su líder más destacado (tanto en el campo como en el vestuario). Él marca los tiempos, él distribuye y aglutina el juego y si él tiene clarividencia su equipo tiene muchas posibilidades de salir victorioso. Sus compañeros lo saben y no paran de buscarlo, sabiendo que es capaz de encontrar el hueco donde otros no lo pueden ver.
No podemos analizar el perfil de Fuster sin mencionar a los dos entrenadores que mejor han sabido explotar sus cualidades. Como curiosidad, estos dos técnicos han sido relacionados con el banquillo de Las Palmas en más de una ocasión, lo que nos hace ver que el jugador puede encajar muy bien en la isla. Rubén de la Barrera y sobre todo Rubén Albés han sacado un rendimiento muy bueno del valenciano. Sea en la izquierda o como enganche, los números de Fuster con ambos han sido muy destacados. Con el primero vimos a un jugador mucho más cerca de la portería, con el segundo vimos al futbolista total.
| Entrenador | Partidos (Minutos) | Goles | Asistencias |
| Rubén de la Barrera | 36 (2796) | 12 | 2 |
| Rubén Albés | 77 (6401) | 16 | 14 |
Probablemente la mejor versión del jugador la hayamos visto de la mano de Albés. El estilo de juego del gallego no solo le daba al Albacete un buen trato con la pelota, sino un dinamismo y una velocidad con la misma que lo hacían uno de los equipos más atractivos de ver de Segunda División. Dentro de las diferentes formaciones que utilizó, Manu Fuster casi siempre partía desde la izquierda pero dándole libertad para meterse por dentro.
Este planteamiento, que en la UD se ha usado mucho en jugadores como Jonathan Viera, Pedri o Alberto Moleiro, puede resultar un quebradero de cabeza para los rivales. En la pizarra, se supone que el atacante que juega por la izquierda debe ser defendido por el lateral diestro del equipo contrario. Sin embargo, cuando un futbolista parte desde el costado y empieza a trazar diagonales hacia dentro, o lo vemos retrasar su posición para iniciar las jugadas, poco a poco el marcador va perdiendo la referencia. Si a esto le sumamos otros factores como un estilo que permite mover el balón con fluidez o un lateral ofensivo que ocupe ese espacio, esa figura del «falso mediapunta» puede generar muchísimo peligro.
Con Albés en el banquillo y siendo Fuster el buque insignia, el Albacete Balompié firmó una temporada 2022/23 histórica siendo un recién ascendido. El equipo manchego, cuyo objetivo no era otro que el de permanencia, acabó la fase regular en sexta posición y jugó los play off de ascenso. 8 goles y 6 asistencias para el 10, siendo el máximo contribuyente del equipo. No solo se le ficha por su capacidad goleadora, sino más bien por la facilidad que tiene para generar ocasiones, ya sea finalizándolas él mismo o filtrando un pase que genere un disparo.
A nivel de registros individuales, esta temporada de Manu Fuster ha sido incluso mejor que la anterior. Sí que hay que reconocer que pasó por unos meses (sobre todo entre octubre y noviembre) donde tanto a él como al resto del equipo no le salían las cosas. Las sensaciones que daba el Albacete a principio de temporada no eran malas pero los resultados no terminaban de llegar y al final tanto resultados como sensaciones eran muy negativas. El cuadro manchego pasó varias semanas en puestos de descenso y el peligro de perder la categoría era real. Albés, el máximo responsable de devolver al equipo al fútbol profesional, fue cesado y es en este contexto de incertidumbre y al borde del abismo cuando Las Palmas llama a la puerta del jugador y se llega a un acuerdo con el club.
Llegados a este punto, a un futbolista se le abren dos caminos. O se desconecta por completo y tiene la cabeza en su nuevo equipo o intenta despedirse por la puerta grande. Pese a estar fichado por la UD, Manu Fuster deja ese acuerdo en un segundo plano y centra todos sus esfuerzos en dejar al Albacete en Segunda. Como capitán asume la responsabilidad y se echa el equipo a la espalda. Más implicado en labores defensivas y creando prácticamente todas las jugadas ofensivas del equipo.
Sus últimos diez partidos son de una importancia clave en la salvación del equipo, que encadena una racha final de cinco victorias, cuatro empates y solo una derrota para certificar la permanencia. En este tramo final Fuster anota dos goles y reparte seis asistencias. Acaba la temporada con 19 participaciones de gol (8+11), siendo el cuarto de Segunda en esta categoría y el segundo máximo asistente.
Sin aún haberse oficializado el nuevo entrenador de Las Palmas, la contratación de Manu Fuster invita a la ilusión porque el encaje a priori en el modelo de juego es total. Las dos posiciones que más ha repetido estas dos últimas temporadas ha sido la de extremo zurdo (teniendo libertad total de meterse por dentro) y la de mediapunta, escoltando al nueve. En ocasiones puntuales en este último curso también lo hemos visto por la derecha, pero han sido en partidos puntuales y más que un cambio táctico obedece a un parche del entrenador de turno.
Con tanto jugón en la plantilla, cuesta encontrar una alineación donde poder encajarlos a todos. Sobre todo que puedan coincidir en el campo Fuster y Alberto Moleiro, que pese a tener perfiles diferentes, parten desde la misma zona del campo y trazan movimientos similares. Bendito problema para el nuevo míster, que sea el que sea va a disponer de mecanismos para sacar el máximo partido.
Si el elegido es Luis Carrión y pese a la gran temporada que está realizando en Oviedo, no debemos olvidar su labor en Cartagena. En el Efesé su esquema giraba en torno a la figura del mediapunta, siendo Pablo De Blasis la referencia absoluta del equipo. Un 4-2-3-1 muy definido con muchísima movilidad. Ahora en el Tartiere se ha encontrado a una plantilla que no empezó la temporada con él pero que ha tratado de amoldar alrededor de esta figura. Primero con un enganche más participativo en la creación de juego como Jaime Seoane y en la recámara un Santi Cazorla que aunque no titular, lo está dosificando de manera que cada vez que está en el campo pasan cosas.
Pero es que si el Real Oviedo consigue el ascenso y Las Palmas tiene que activar el «plan B», el elegido será el entrenador que mejor partido le ha sacado a Manu Fuster. No hay técnico que conozca mejor al futbolista que Rubén Albés y ese binomio podría darle muchas alegrías al conjunto amarillo. Si se diera ese caso, no solo llegaría a la isla un jugador con encaje total en el modelo de juego, sino que también conoce los automatismos del entrenador y cuál es su visión de fútbol.
Sea como sea, lo cierto es que la contratación de Manu Fuster tiene muchas papeletas de salir muy bien. Después el campo hablará y el equipo ha vivido casos en los que jugadores que a priori tenían un encaje total en la UD no han dado el rendimiento esperado. Aún así, las referencias del jugador invitan a la ilusión. Pese a tener experiencia 0 en la élite, el perfil del jugador hacen pensar que veremos un caso muy parecido a los de Mika Mármol y Javi Muñoz. Movimiento muy inteligente del club, que probablemente ha realizado la contratación de más peso de todo el verano.
The post ANÁLISIS | Manu Fuster: balones al 10 first appeared on udlaspalmas.NET.
