Samara, la compañía de energía solar española, ha publicado su “Barómetro: Radiografía del autoconsumo español en comunidades en 2024”, que informa sobre la situación de la transición energética en España, al recoger las cifras de autoconsumo entre enero y mayo de 2024.
Con la aprobación de la nueva Directiva Europea de Eficiencia en Edificios se estableció que, a partir de 2029, los edificios residenciales deberán contar con paneles solares en su tejado. Este dato evidencia la importancia de los hogares españoles en la transición verde, ya que, según Eurostat, un 65,7% de la población vive en pisos, el porcentaje más alto de la Unión Europea.
Según el estudio publicado por Samara, el 65,9% de los interesados en instalar placas solares en comunidades lo hace para uso privado de su vivienda, mientras que un 20,5% son instalaciones colectivas para uso compartido entre varios vecinos.
Las instalaciones individuales conllevan una inversión media de 6.700 euros y pueden generar un ahorro de hasta 750 euros anuales, que se amortizan en poco más de siete años. Por otro lado, las instalaciones colectivas suponen un ahorro de 764 euros anuales por vecino y, según los datos de Samara, necesitan 43 paneles de media en el tejado.
A la hora de analizar los tipos de instalaciones, se observa que la inmensa mayoría (93,8%) se realizaron en viviendas unifamiliares. Sin embargo, según Manel Pujol, cofundador de Samara: “En el pasado mes de abril, hemos vendido un 71% más de instalaciones que el año pasado”, por lo que se confirma que la rentabilidad del sector anima a que cada vez más vecinos den el paso.
Actualmente, más del 82% de las instalaciones para uso privado de pisos se hacen para propietarios de más de 45 años, por lo que, en palabras de Pujol: “hay mucho margen de mejora entre los más jóvenes, que probablemente no son propietarios o tienen la autonomía financiera necesaria para instalar”.
Hoy en día, existen ciertas ayudas e incentivos para los españoles que se decidan a instalar placas solares. En el caso de las viviendas privadas, se puede aplicar una deducción del 40% de IRPF cuando se reduzca en al menos un 30% el indicador de consumo de energía no renovable en el hogar. Por otro lado, si se tratase de un edificio completo, se podría aplicar una deducción del 60% de IRPF por rehabilitación energética al haber conseguido una clase energética “A” o “B”.
Del mismo modo, miles de ayuntamientos podrían recibir una bonificación del IBI y una reducción del ICIO y otras ayudas regionales en las autonomías que incentiven la rehabilitación energética, como Andalucía o Cataluña.
A la hora de liderar el cambio hacia el autoconsumo, el 87% de los proyectos individuales que usan un tejado comunitario empieza por el interés de los vecinos. Del mismo modo, en cuanto a proyectos colectivos de vecinos, estos también llevan la delantera con el 46,5%, frente al 40,8% del presidente y el 12,6% de los administradores.