Mujer vivía en Guanacaste y fue atendida en los hospitales de Upala, en Alajuela, y México, en San José. CCSS busca determinar cómo fue atendida. A la joven se le encontraron larvas de moscas, o gusaneras, en la boca.
Las condiciones en que fue atendida en los hospitales la joven de 19 años que falleció por miasis de gusano barrenador, serán indagadas por la Dirección de Red de Servicios de Salud de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
La Gerencia Médica de la Caja confirmó que giró a la Dirección de Red la instrucción de abrir una investigación preliminar con el fin de “determinar la verdad de los hechos respecto a la atención de esta paciente”.
La mujer, vecina de Guanacaste, es la primera persona que muere en Costa Rica como consecuencia de la plaga del gusano barrenador. La joven tenía enfermedades crónicas de fondo. El Ministerio de Salud confirmó su deceso el 19 de junio.
Casos de gusano barrenador se duplican en un mes por cepa de mosca más agresiva
Los gusanos barrenadores son las larvas de la mosca Cochliomyia hominivorax. Reciben su nombre porque, en conjunto, parecen gusanos. Cuando son depositados en heridas abiertas de personas o animales provocan gusaneras.
La mujer fue atendida en el Hospital de Upala, en Alajuela, por una lesión en la boca; se le detectaron larvas y fue trasladada al Hospital México. El viernes 14 de junio, el Laboratorio Nacional de Servicios Veterinarios (Lanaseve–Senasa) confirmó el diagnóstico de miasis por gusano barrenador.
Este es el sétimo caso que confirma Salud de este padecimiento en seres humanos. Los otros seis pacientes proceden de Coto Brus, Golfito, Corredores de Puntarenas, Santa Ana y Los Chiles, en Alajuela. Todos se recuperaron.
La mosca transmisora había sido eliminada del territorio costarricense en el año 2000. No obstante, en julio de 2023 se volvieron a reportar casos en ganado de diferentes tipos cerca de Paso Canoas, en la zona sur. Desde entonces, la plaga no se ha detenido, por lo que el 7 de febrero se declaró alerta nacional por la situación.
El 26 de febrero se confirmó el primer caso en seres humanos en un vecino de Altamira de Pavones, Golfito.
