Sumar afronta su primera revuelta interna desde que Yolanda Díaz anunciara su creación y posterior candidatura bajo esta marca a las elecciones generales del pasado 23 de julio. La formación ha concurrido a cinco convocatorias electorales en diez meses: primero las generales, que vinieron seguidas de los comicios gallegos, los vascos, los catalanes y, finalmente, los europeos. Un carrusel de citas con las urnas a las que han hecho frente sin apenas aparato, sin estructura interna, sin implantación territorial propia y avanzando en su constitución como frente amplio a marchas forzadas.
Una misión para la que han necesitado movilizar a su electorado, estando en contacto con ellos constantemente. La formación abrió un canal para comunicarse directamente con sus afiliados mediante correos semanales, que informaban a los seguidores de Sumar sobre la actualidad de la formación, la posición defendida en distintos temas y las iniciativas que impulsaba. En muchos casos, insistían en pedir dinero a los suscriptores para poder financiar las campañas electorales y el funcionamiento independiente de Sumar, que al igual que hizo Podemos en su día, no pide préstamos a los bancos.
En situaciones más urgentes, como adelantos electorales, donde el partido tiene que poner en marcha la maquinaria electoral: papeletas, merchandising, panfletos, programa, mítines, etc…, llegaron a lanzar campañas de microcréditos cuyas aportaciones serían devueltas al recibir la subvención electoral que le corresponde a cada candidatura. Las misivas más importantes las firmaba la propia Yolanda Díaz, que incluso grabó varios vídeos dirigiéndose directamente a los afiliados. Sin embargo, los malos resultados electorales en todos los comicios de 2024 forzaron la dimisión de Díaz el pasado 10 de junio, tras el último batacazo en los comicios comunitarios.
Pues bien. Ahora, la vicepresidenta no firma más comunicados y la formación ya ha dado luz verde al relevo: ha puesto al mando de este tipo de cartas a Lara Hernández, nueva secretaría de Organización del partido que llegó al mando el pasado 13 de junio, cuando la Coordinadora nombró una dirección provisional. Hernández escribió su primer comunicado a los afiliados un día después, especificando cómo quedaba estructurada la nueva cúpula de Sumar.
La vicepresidenta firmó su último escrito al poco de conocerse su salida como líder de Sumar y se despidió entonces de todos los militantes. La formación antaño liderada por la responsable de Trabajo —que sí seguirá en el cargo en el Gobierno— ha comenzado una nueva etapa, también en su correspondencia habitual con los militantes.
