El Ejército de Rusia utilizó por primera vez este jueves una bomba planeadora de tres toneladas de peso (FAB-3000), esta fue lanzada contra un punto de concentración de tropas ucranianas en la región nororiental de Járkov.
“La Fuerza Aeroespacial rusa utilizó por primera vez una FAB-3000 con módulo de planeo y corrección UMPK”, declaró una fuente castrense a la agencia rusa TASS.
El objetivo de este ataque fue un lugar donde se habían concentrado tropas enemigas en la localidad ucraniana de Liptsi, cerca de la frontera con Rusia, añadió.
Anteriormente, varios blogueros militares de Rusia publicaron un video acerca del presunto uso de esta bomba contra el edificio que servía de refugio a soldados ucranianos, donde se puede ver una detonación que cubre una zona considerable.
Según los blogueros, la bomba cayó a 10 metros de su objetivo al poseer un radio de destrucción efectiva de 230 metros y cuya onda expansiva puede alcanzar los mil 200 metros.
Hasta el momento, las fuerzas rusas habían utilizado bombas deslizantes de 500 y mil 500 kilogramos, que se tornaron decisivas durante la toma del bastión ucraniano de Avdivka.
Este tipo de bombas están equipadas con un sistema de planeo y corrección, por lo que permiten a la aviación rusa atacar objetivos a unos 70 kilómetros de distancia, con lo cual evitan entrar en la zona de acción de las defensas antiaéreas enemigas.
El Ministerio de Defensa de Rusia informó durante el pasado mes de marzo que había comenzado a producir las bombas de tres toneladas, durante una visita del entonces titular de la cartera, Serguéi Shoigú, en una empresa del complejo industrial militar ruso ubicada en Nizhni Nóvgorod.
Corea del Norte y Rusia firmaron recientemente un acuerdo estratégico que incluye la asistencia militar mutua en caso de ataque y articulará su relación, fortalecida al calor de la guerra de Ucrania y la apuesta nuclear de Pionyang y además pretende impulsar un nuevo orden multipolar que desafíe la hegemonía estadounidense.
Se trata del “Acuerdo Integral de Asociación Estratégica” que pretende sustituir a los tratados diplomáticos firmados entre Moscú y Pionyang en 1961, 2000 y 2001, tal y como adelantó Yuri Ushakov, el asesor del presidente ruso, Vladímir Putin.
Dicho pacto contempla “la asistencia en caso de que uno de los dos países resulte agredido”, según dijo Putin en declaraciones recogidas por la agencia rusa Tass.
La firma de este acuerdo se produjo después de que Vladimir Putin y el líder norcoreano, Kim Jong-un celebraron una cumbre ampliada, posteriormente un cara a cara de dos horas en Pionyang, ciudad que el mandatario ruso ha visitado hoy por primera vez en 24 años, un hecho que ilustra bien la relación de mutua necesidad que se ha establecido entre ambos países.