En un rincón especial de Sudamérica se encuentra una calle techada única en su tipo, considerada un ícono turístico desde 1964, atrayendo a visitantes por su singularidad y encanto arquitectónico.
En un pintoresco pueblo de Sudamérica se encuentra una joya arquitectónica única en el continente: una calle techada que ha captado la atención de turistas y locales por igual desde su creación en 1964. Este tramo de 100 metros techados se extiende entre dos calles principales, convirtiéndose en un atractivo turístico imperdible para quienes visitan la encantadora localidad.
La estructura metálica de esta calle techada ofrece un refugio perfecto para los días lluviosos o soleados, creando un espacio acogedor para pasear y disfrutar. Además, este singular lugar es también un vibrante centro de actividad comercial y cultural, albergando una variedad de comercios y eventos que enriquecen la experiencia de quienes lo recorren.
Capilla del Monte, famosa por sus paisajes naturales y místicos, también ostenta el honor de albergar la única calle techada en Sudamérica: la diagonal Buenos Aires. Esta singularidad no solo la distingue en el contexto argentino sino en todo el continente sudamericano. La estructura metálica que cubre 100 metros de la calle brinda una experiencia única de paseo y comercio protegido de las inclemencias del tiempo.
Los visitantes de Capilla del Monte suelen iniciar su recorrido por esta emblemática calle desde uno de sus extremos, cautivados por la particularidad del techo. Este espacio techado no solo ofrece protección, sino que también alberga una vibrante variedad de comercios. Entre ellos, los turistas pueden encontrar restaurantes, tiendas de ropa, artesanías y más. Además, durante la temporada estival, se organizan espectáculos musicales y eventos culturales que enriquecen la experiencia de quienes se aventuran por esta única calle techada.
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La historia de la diagonal Buenos Aires y su icónica techadura comienza en 1964, cuando Capilla del Monte se convirtió en la sede del evento "Fotocita". Las autoridades locales decidieron cubrir un sector de la calle para crear un ambiente especial para los asistentes al evento. La estructura debía ser temporal, pero nunca se retiró. En lugar de eso, con el paso del tiempo, se convirtió en un símbolo permanente de la ciudad.
Durante los años 1965, 1966 y 1968, el espacio techado fue también el escenario del "Festival Imagen", una evolución del "Fotocita" que destacó por sus grandes exposiciones de imágenes. La calle techada se transformó así en un lugar de encuentro cultural y social. Según especialistas, al momento de su inauguración, no solo era la única calle techada en Sudamérica, sino en toda Iberoamérica, consolidando su carácter único y excepcional.
Aunque la diagonal Buenos Aires en Capilla del Monte es la única calle techada en Sudamérica, hay otras ciudades en el mundo que cuentan con calles techadas, cada una con su propio encanto y propósito.
Estas estructuras no solo ofrecen protección contra el clima, sino que también se han convertido en destinos turísticos por derecho propio, similares a la diagonal Buenos Aires en Capilla del Monte. La singularidad de estas calles techadas radica en su capacidad para fusionar funcionalidad y estética, proporcionando espacios únicos para el comercio y la cultura.
