La única vez que he estado en Ascot fui invitada por Longines , que era cronometrador oficial de las carreras de caballos. Mónica, la entonces responsable de prensa de la firma en España, me esperó en la entrada del aeropuerto de Madrid con una maleta minúscula y una sombrerera enorme. La pamela que había alquilado para asistir al evento era tan grande como la Plaza de Toros de Las Ventas y me observaba con agobio buscando con la mirada mi 'caja de Pandora'. Me advirtió que, sin sombrero, no podía acceder al recinto . Aguanté la broma de mi olvido apenas unos minutos, la pobre estaba muy angustiada, así que abrí mi equipaje para mostrarle un Borsalino , acunado por varias camisetas de algodón, era de paja teñida en color marrón chocolate y firmado por Bimba y Lola . Esto sucedió hace más de una década, cuando la firma española tenía accesorios únicos y ajustados a las tendencias. Ahora, las propuestas de moda son muy distintas y me refiero a las de la marca, sin embargo, las carreras de Royal Ascot siguen igual. Porque los británicos consiguen hacer todo tipo de normas de vestimenta y pensar luego en filigranas estilísticas para destacar. Les encanta llamar la tención a través del color, ya sea pastelón o fuerte, y utilizan los sombreros para exhibir su identidad y a la vez su adhesión a las tradiciones. Las mujeres que acuden estos días a la competición tienen que cumplir con este 'dress code': faldas o vestidos de longitud moderada, nunca por encima de la rodilla; no pueden lucir vestidos sin tirantes o con mangas finas; el escote debe ser discret o y los hombros deben estar cubiertos; los tocados o sombreros son obligatorios y hay que calzar zapato de tacón cerrado. Las primeras imágenes de las carreras de Royal Ascot demuestran que Camila del Reino Unido cumple con el código de vestimenta a la perfección. También con las tendencias de temporada gracias al color, ese azul cobalto que está tan de moda esta primavera-verano 2024 , pero que no ha calado tanto en la calle. Pese a sacar un sobresaliente en el examen teórico, hay que reconocer que en el práctico no sale del aprobado, porque resulta rígida y casposa. Zara Tindall , en cambio, obtiene una buena calificación en ambos aspectos, pero está demasiado correcta y vainilla. Eugenia de York, en cambio, es la mejor de este trío familiar. El color pastelón no levanta pasiones, por mucho que se haya paseado por los desfiles, pero a ella le favorece y la pamela es definitiva para el conjunto. Aunque se salta la norma de las mangas, ya se sabe que las reglas están para zarandearlas, eso sí es imprescindible hacerlo con estilo: con una flor en el pelo y una buena pose . Para alegría, la mía y la de muchas fans de Kate Middleton ante su vuelta a la vida pública el pasado fin de semana. La Princesa de Gales , siempre estilosa y con mensaje, a años luz de cualquier miembro de la familia real británica, nos deleitó en la celebración del cumpleaños de su suegro con un modelo de Jenny Packhman , reciclado del año pasado y actualizado con un gran lazo y cinturón en blanco y negro. Los adornos incorporados recuerdan al look que vistió Audrey Hepburn para Ascot en la película 'My Fair Lady'. El sombrero, de Philip Tracy, imitaba al de Lady Di en las citadas carreras del año 1988. Así que una vez más, impecable, sonriente y esbelta, rinde homenaje con devoción y entidad propia a la madre de su marido.
