Los directivos de la empresa siderúrgica Sidersa presentaron hoy al Gobierno nacional un plan de inversión inicial por u$s 300 millones para instalar una planta siderúrgica de última generación en la ciudad de San Nicolás, en el norte de la provincia de Buenos Aires.
El anuncio fue realizado en una reunión que mantuvieron, en el Palacio de Hacienda, el director de Sidersa, Hernán Spoto y el CFO, Marcelo Iribarne, con el secretario de Planeamiento y Gestión para el Desarrollo Productivo y de la Bioeconomía, Juan Pazo.
De acuerdo a lo informado tras el encuentro, la iniciativa comprende u$s 100 millones destinados a la tecnología importada y u$s 200 millones a producción nacional, lo que permitirá abastecer al mercado con insumos, como el hierro de construcción, indispensables para la producción nacional y la generación de exportaciones.
Durante el encuentro, se detallaron los alcances del plan de inversiones, que en línea con el impulso al sector privado que brindará la puesta en marcha del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), permitirá crear 300 puestos de trabajo directo calificados y 3500 indirectos en los sectores de la recolección de chatarra y la construcción, entre otros.
Los representantes de Sidersa destacaron que el proyecto generará 360.000 toneladas anuales de hierro de construcción e hicieron hincapié en que hace 50 años que no se construye una siderurgia integrada en el país.
Sidersa es una empresa familiar de capitales 100% argentinos, con 68 años de historia en el país, y que actualmente cuenta con un equipo multidisciplinario de 650 trabajadores directos y genera más de 7.000 puestos indirectos.
El proyecto -según se explicó- prevé incorporar tecnología de última generación, que permite un menor plazo de construcción, mayor productividad y cuidado del medio ambiente con emisiones de CO2 por la mitad de las tecnologías convencionales.
De concretarse la obra, se convertirá en una planta única en América Latina por sus altísimos estándares de calidad, y la más sustentable del mundo por su tecnología de cuidado ambiental, lo que incluye reciclado de chatarra, integración de producción y ahorro de energía.
Al respecto se detalló que se construirá de manera íntegra tanto la etapa de acería como de laminación, permitiendo sustituir importaciones anuales y reforzar el impacto positivo en la balanza comercial.
Esto permitirá además recuperar inversiones en el corazón siderúrgico del país donde se podrá trabajar con la comunidad local para reactivar carreras universitarias y terciarias relacionadas con el sector.
La secretaría de Planeamiento y Gestión para el Desarrollo Productivo y de la Bioeconomía expresó que "por su impacto económico, sus características tecnológicas únicas y la relevancia de las inversiones requeridas, este proyecto se convierte en una iniciativa estratégica para el país".