La infusión también ayuda a reducir los niveles de estrés y promueve la relajación. Cómo hacerlo.
El té es una de las infusiones más populares del mundo. Sus beneficios para la salud son varios y las opciones de sabores, infinitas.
Antiguamente considerado el té de los pobres, el té kukicha ganó popularidad en los últimos años por sus propiedades alcalinizantes y su riqueza en minerales y antioxidantes.
Kukicha es una palabra japonesa que viene de los términos "kuki" (rama o tallo), y "cha" (té). Y es que el té kukicha, a diferencia de otros tipos de té, se elabora con los tallos o ramas de la planta Camellia sinensis y no con las hojas.
En sus inicios, el té se creó con el objetivo de aprovechar las ramas y los tallos que quedaban después de producir diferentes tipos de tés verdes. Para producirlo, los tallos se cocinan al vapor, se secan y se dejan reposar.
De color amarillo claro, el té kukicha es diferente al de la mayoría de los tés verdes. Es dulce, suave y con un sabor almendrado.
Tanto el té como el café aportan cafeína, aunque el primero en menor cantidad. En el caso de la kukicha, su contenido en cafeína es 10 veces menor que en el café, por lo que tiene un efecto calmante que ayuda a reducir el estrés y la ansiedad.
En aproximadamente 10 minutos, con una cucharadita de kukicha y 250 mililitros de agua por taza, ya está listo el té japonés.
Aunque suele tomarse caliente, también se puede disfrutar frío y, gracias a su bajo contenido en cafeína, es una buena opción para relajarse por la noche.