El clérigo Hassan Nasrallah amenaza con entrar en guerra con Chipre si permite a Israel utilizar sus bases o aeródromos durante el ataque
Hizbulá saca músculo en la antesala de una ofensiva israelí en Líbano. El líder del Partido de Dios, Hassan Nasrallah, aseguró este miércoles que la milicia proiraní cuenta en sus filas con más de 100.000 efectivos para hacer frente a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). «Hemos superado con creces los 100.000 combatientes y tenemos más en Líbano de los que el frente necesita, incluso en las peores condiciones de una guerra», presumió Nasrallah en uno de sus habituales discursos difundido a través de sus terminales mediáticas.
El secretario general de la organización chií, que controla un Estado paralelo dentro del Estado fallido libanés, deslizó que algunas de sus milicias afines le han ofrecido enviar personal a Líbano para reforzar sus capacidades. «Pero les dijimos que lo que tenemos es suficiente, incluso de más, para la batalla», zanjó durante su alocución, en referencia a los integrantes del Eje de la Resistencia, un mosaico de grupos armados respaldados por Irán que operan desde varios países de la región.
Nasrallah se vio obligado a intervenir un día después de que el Comando Norte del Ejército israelí anunciara la aprobación de «planes operativos para una ofensiva en Líbano» en plena escalada de las tensiones como resultado del intercambio diario de misiles con Hizbulá. En estas escaramuzas, los de Nasrallah han perdido a cerca de 315 milicianos, algunos en ataques en Siria, y también han muerto en el lado libanés 63 integrantes de otras milicias, un soldado libanés y más de 92 civiles, incluidos diez menores y tres periodistas. Del lado israelí han muerto 25 personas en el norte, en concreto 15 militares y 10 civiles.
El líder del partido-milicia proiraní ya declaró en 2021 que los suyos habían alcanzado la cifra de 100.000 combatientes, pero nadie sabe con precisión cuántos efectivos engrosan sus filas ni cuál es su capacidad armamentística. Nasrallah amenazó con atacar Israel «por tierra, mar y aire» en caso de que su Ejército decidiera poner en marcha una ofensiva en Líbano.
«El enemigo sabe muy bien que nos hemos preparado para lo peor (...) y que no habrá ningún lugar (...) al resguardo de nuestros cohetes», sentenció el clérigo, que también amenazó a Nicosia con considerar a Chipre parte beligerante si permite a Israel utilizar sus bases o aeródromos en una eventual ofensiva contra Líbano: «Chipre debe tener cuidado. Si permiten a Israel usar sus aeropuertos y bases, serán parte de la guerra con la Resistencia».
