Un informe preparado por los servicios de Inteligencia de Israel semanas antes de los ataques ejecutados el 7 de octubre por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y otras facciones palestinas recogía los preparativos de estos grupos para un asalto y los planes para el secuestro de “entre 200 y 250 personas” durante el mismo, según ha informado la emisora pública israelí, Kan.
El documento, redactado unas dos semanas antes del asalto por parte de la División de Gaza del Ejército de Israel, habría sido conocido por la cúpula de los servicios de Inteligencia, según fuentes de seguridad citadas por este medio, que han agregado que el informe fue distribuido el 19 de septiembre de 2023, tres semanas antes de los ataques.
Así, refleja los entrenamientos llevados a cabo por unidades de élite de Hamás que incluían prácticas sobre ataques contra posiciones militares y kibutz en territorio israelí, el secuestro de soldados y civiles e incluso instrucciones sobre las condiciones en las que deberían ser retenidos una vez que fueran trasladados por los asaltantes de vuelta a la Franja de Gaza.
El documento recoge que el brazo armado de Hamás, las Brigadas Ezzeldín al Qassam, llevaron a cabo estas maniobras simulando incluso ataques contra un puesto militar construido en el interior del enclave que simulaba los existentes en territorio israelí, incluidas actividades asignadas a cuatro compañías de la formación.
De esta forma, los agentes de Inteligencia israelí que analizaron las maniobras indicaron que los siguientes pasos serían asaltar territorio israelí para hacerse con el control de estos puestos y secuestrar a “entre 200 y 250 personas”. Las autoridades confirmaron cerca de 250 raptados durante los ataques del 7 de octubre, que dejaron además unos 1 mil 200 muertos.
Los encargados de recopilar la información de Inteligencia destacaron que los milicianos recibieron órdenes para atacar las bases y las oficinas de control, las sinagogas y las sedes de los escuadrones, haciéndose con los documentos que estuvieran en las instalaciones para su entrega a la cúpula del brazo armado de Hamás.
El documento señala además que el escenario más extremo que se contemplaba era que decenas de milicianos irrumpieran a través de la valla de seguridad a través de tres puntos, muy por debajo de los cerca de 3 mil que se calcula que lograron penetrar en Israel a través de 30 zonas, incluido el uso de paracaidistas.
El Gobierno de Israel, que ha prometido en varias ocasiones que habrá una investigación sobre los fallos de seguridad que permitieron los ataques, no se ha pronunciado por ahora sobre estas informaciones. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha recalcado en varias ocasiones que las pesquisas deberían tener lugar tras el fin del conflicto.
Por su parte, el Ejército ha declinado pronunciarse sobre estas informaciones, si bien ha dicho que está investigando los ataques, tras anunciar la semana pasada que empezará a presentar en julio parte de las conclusiones de sus pesquisas en torno a los fallos de seguridad, una investigación que aborda el periodo entre marzo de 2018, cuando estallaron disturbios en la valla fronteriza, y el 10 de octubre de 2023, cuando se anunció la recuperación del control en la frontera.
El Ejército de Israel lanzó una ofensiva contra la Franja de Gaza tras los citados ataques del 7 de octubre. Las autoridades gazatíes, controladas por Hamás, han denunciado hasta ahora más de 37 mil 300 muertos y cerca de 85 mil 500 heridos, a los que se suman más de 520 palestinos muertos en Cisjordania y Jerusalén este a manos de las fuerzas israelíes o en ataques por parte de colonos.