Ha fallecido a los 58 años Javier Mérida, uno de los fundadores del Diario de Sevilla y conocido periodista deportivo muy apreciado en su ciudad por sus informaciones centradas en los dos equipos de la capital hispalense. Mérida padecía esclerosis lateral amiotrófica (ELA), un trastorno neurológico que afecta a las neuronas motoras (las encargadas de controlar el movimiento).
La ELA es una enfermedad degenerativa neurológica que consiste en el desgaste progresivo de las neuronas motoras en el cerebro, el tronco cerebral y la médula espinal, tal y como indica la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos. Cuando esto se produce, estas células ya no pueden enviar información a los músculos y el paciente comienza a sufrir debilitamiento muscular, espasmos y parálisis. En último término, se vuelve imposible respirar.
Un número relativamente pequeño de los casos de ELA se deben a un defecto genético (alrededor de uno de cada 10); sin embargo, en el resto se desconoce la causa. Algunos de los factores de riesgo conocidos incluyen haber tenido un familiar con una forma hereditaria de la enfermedad o el servicio en las Fuerzas Armadas, lo que se cree que podría apuntar a la exposición ambiental a determinadas toxinas como posible factor.
Los síntomas de la ELA suelen aparecer después de los 50 años de edad, aunque en ocasiones se presentan ya en personas más jóvenes. Inicialmente, las personas con la afección experimentan pérdidas de fuerza muscular y coordinación que empeora con el tiempo, hasta impedir ciertas actividades rutinarias como subir escaleras o incluso tragar.
Normalmente, afecta primero a brazos y piernas o a la capacidad de respirar y deglutir, y a medida que avanza el curso de la enfermedad son más grupos musculares los que van experimentando problemas.
Por el contrario, la ELA no afecta a los sentidos. La mayoría de las personas conserva intacta su función cognitiva y su memoria, mientras que algunas desarrollan demencia (lo que puede resultar en problemas de memoria).
Algunos signos comunes derivados de esa pérdida de fuerza muscular incluyen:
Hoy en día no existe cura para la ELA. Hay dos medicamentos que frenan la progresión de los síntomas y prolongan la vida, que son el Riluzol y el Edaravon. Otros fármacos que controlan alguno síntomas son el baclofeno y el diazepam (para controlar la espasticidad) y el trihexifenidil o la amitriptilina, para personas con problemas para tragar saliva.
También, la fisioterapia, la rehabilitación y el uso de dispositivos ortopédicos pueden maximizar la función muscular y la salud en general. Otros sistemas pueden ser necesarios para mantener las funciones vitales, como los aparatos de respiración.
Finalmente, pueden ser útiles diversas estrategias de afrontamiento que incluyan terapia psicológica o incluso el uso de psicofármacos, cuando el paciente muestra ánimo deprimido y para abordar las complicaciones de la enfermedad en materia de salud mental.
Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA). MedlinePlus. Consultado online en https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/000688.htm el 17 de junio de 2024
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