El primer ministro de Perú, Gustavo Adrianzén, ha declarado que se llevará a cabo una investigación exhaustiva sobre los alarmantes casos de abuso sexual a menores en las comunidades Awajún y Wampis, ocurridos entre 2010 y 2024. Estas declaraciones se dieron durante una conferencia de prensa con medios internacionales, en la que Adrianzén expresó su firme condena a estos actos y aseguró que el gobierno tomará medidas para brindar apoyo a las víctimas.
Según la dirigente de la comunidad Awajún y Wampis, muchas niñas han quedado embarazadas o han sido contagiadas con VIH/Sida debido a los abusos perpetrados por sus propios maestros. "Se tiene que investigar", afirmó Adriánzén, subrayando la urgencia y la gravedad de la situación.
El primer ministro enfatizó que las víctimas recibirán atención psicológica y de salud, especialmente aquellas que hayan contraído el virus del VIH. "Nosotros rechazamos toda forma de abuso sexual", declaró categóricamente desde el Palacio de Gobierno, asegurando que no se permitirá que estos crímenes queden impunes.
Adrianzén también rechazó cualquier intento de justificar estos abusos bajo pretextos culturales, insistiendo en que tales actos son inaceptables y deben ser condenados enérgicamente. "No se puede alegar 'de ningún modo' un tema cultural en el abuso de las menores", puntualizó.
De esta manera, el gobierno peruano, a través de las palabras del primer ministro, ha asumido el compromiso de esclarecer estos hechos y garantizar justicia para las víctimas, en un esfuerzo por erradicar el abuso y proteger los derechos de los menores en todo el territorio nacional.
Rosemary Pioc, presidenta de mujeres de la comunidad Awajún de la nación Wampis, aclaró que, aunque en su cultura es aceptable el matrimonio con adolescentes, "nunca se ha violado a las niñas como para que nos digan que es un tema cultural".
"Hay 524 denuncias contra maestros que han violado a niñas estudiantes, con una probabilidad del 60% de contagios entre adolescentes. Tenemos muchas adolescentes embarazadas y madres solteras con Sida", agregó.
Además, advirtió que si el Gobierno no aborda estas denuncias, las comunidades tomarán la justicia por sus propias manos para evitar que se sigan difundiendo. "Sentimos mucha indignación, porque no vemos justicia, y si el Estado no actúa, nosotros lo haremos".
Morgan Quero, actual ministro de Educación, enfrentó una fuerte ola de críticas tras referirse a los abusos sexuales en las comunidades de la selva como si pudieran ser actividades cotidianas. Esta postura cuestionable rápidamente provocó reacciones de diversos sectores, no solo políticos. Estas fueron sus palabras:
"Si es una práctica cultural que lamentablemente ocurre como una forma de construcción familiar, seremos prudentes, pero también exigiremos una respuesta a la población. Si estas niñas han sido violadas, no nos temblará la mano", afirmó. Como era de esperarse, pronto surgieron exigencias de su renuncia.