En la mendicidad. El anciano Segundo Sánchez ha estado mendigando por las calles de Cayma, Arequipa, desde el 12 de junio, hasta el día de hoy que la PNP lo ha acogido en una comisaria.
Segundo Federico Sánchez Rojas, anciano de 81 años, pasará el Día del Padre solo luego de que su hijo lo haya abandonado en Cayma, ciudad de Arequipa, dejándolo lejos de su tierra natal de Chiclayo. Hasta el momento, los albergues alrededor de la localidad donde él se encuentra no le han podido dar un espacio donde descansar.
Su hijo Juan Sánchez, al parecer, lo llevó a la ciudad blanca de Arequipa para pasar tiempo con él, pero Segundo no contó que su propio descendiente lo abandonaría a su suerte por las calles de Cayma, en la localidad de Acequia Alta, desde el 12 de junio.
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Los agentes policiales de la comisaria de la localidad, vieron que el anciano se encontraba deambulando hace días por la zona, siendo un nuevo rostro para los policías. Lo acogieron y luego le preguntaron en donde vive, como llegó al lugar y cómo ha estado viviendo. Segundo respondió que es natal de Chiclayo y que tiene un hijo. No puede decir más porque se le dificulta articular palabras a su edad, pero proyecta lo que desea para él ahora: "quiero volver a Chiclayo, ¿qué hago yo acá?".
A pesar de que los agentes policiales han solicitado ayuda para poder brindarle a Segundo garantías de vida mientras su estancia es en Arequipa, los albergues para adultos mayores se han negado a dar un lugar de descanso. Al parecer, los refugios ya se encuentran desabastecidos y no pueden aceptar un adulto mayor más en sus instalaciones.
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Por ello, la Policía Nacional del Perú, a través de la comisaria de Acequia Alta, han solicitado a la población si pueden brindarle un techo al pobre anciano por unos días hasta que su situación de estabilice, para que pueda volver a su tierra natal de Chiclayo, donde él tanto anhela estos días duros luego de la afrenta e irresponsabilidad de su hijo.
"Ya estoy días acá, ya me quiero ir. (...) Ay señorita, yo me siento mal, recién me acabo de bañar. Yo quiero estar al lado de mi familia, en Pacasmayo, en Chiclayo, en mi casa", recalca Segundo, mientras unas lagrimas le brotan de los ojos.
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Luego de la arremetida, Segundo solicita también, por su cuenta, un albergue para que pueda ordenarse y ver la manera de volver a su tierra para encontrarse nuevamente con su familia.
Cuando le preguntan sobre su hijo Juan, el responde "tengo un hijo aquí, pero... ¿yo qué tengo que ver con él?, me ha dejado por aquí". Mientras habla y recuerda a su hijo, otras lagrimas dejan caerse de su rostro reseco. Se quita la mascarilla que tenía puesta y se limpia las lagrimas con ella.
