Más de un funcionario reconoció que en las últimas semanas sintió un desgaste absoluto por el rumbo del gobierno de Javier Milei. La interna dentro del gabinete y el escándalo de los alimentos no contribuyeron a generar confianza sobre la gestión, algo que fue reflejado en los rojos del mercado financiero. Todo eso parece haber cambiado en la última semana. "Ahora me volvió el optimismo", dijo un importante funcionario de la Casa Rosada.
Con la certeza de que -con artículos más, artículos menos- la Ley Bases saldrá del Congreso en las próximas semanas, desde el Gobierno se frotan las manos sobre las medidas que impulsarán en el segundo semestre. Miran las facultades delegadas, particularmente, como el principal catalizador de esas reformas administrativas, económicas, financieras y estratégicas; tal y como reza el artículo 2 del megaproyecto.
"Vamos a arrasar con todo lo que no nos dejaron cambiar", enuncia un importante colaborador del Presidente, empoderado por la situación. Consideran que deben pisar el acelerador, dado que a Milei el Congreso le delegó esas facultades por el plazo de un año. Según comentan, durante los primeros meses el Boletín Oficial estará "lleno de decretos" con desregulaciones y licuaciones de dependencias.
Antes de comenzar esa etapa, los negociadores del oficialismo Guillermo Francos y Santiago Caputo buscan revertir el rechazo del impuesto a las Ganancias y Bienes Personales que hubo en el Senado.
También retomarán la vuelta atrás de las empresas que fueron quitadas a último momento del listado privatizador sancionado la semana pasada: principalmente se insiste por Aerolíneas Argentinas. "No le debemos nada a nadie, podemos pedir que la vuelvan a poner y queremos que se haga", asegura una alta fuente de Casa Rosada.
De todas maneras, se entiende que luego de aprobarse las privatizaciones habrá un tiempo para su reglamentación y mucho tiempo después se conseguiría una eventual venta. Es por eso que desde la cúpula libertaria definieron una política clave de cara a las empresas públicas: dejará de haber una secretaría que las aglutine y se las trasladará a cada una a su área de competencia.
Esto implicará que varias de estas recaigan al Ministerio de Economía de Luis Caputo, que engloba áreas clave como Energía, Finanzas, Transporte y Obras Públicas. El ministro es alguien de conocida enemistad con Federico Sturzenegger, el economista ultraliberal y actual asesor, que sería -según comentaron fuentes oficiales- un secretario dependiente directamente de Milei.
Aunque todavía no arribó a esa función, sufrió su primera derrota: en las primeras tratativas Sturzenegger pidió para sí el control de prácticamente todas las empresas públicas; algo que fue rechazado al instante por el propio Presidente. "No se nos pasó ni por un segundo en dársela", agregan un alto colaborador de Milei. Punto para Caputo.
Aunque todavía no se darán a conocer, habrán otras dependencias de gran importancia en el gabinete a los cuales arribarán más de una empresa estratégica. Se dará a conocer en los próximos. días. La Jefatura de Gabinete dejará de tener varias de ellas. Se trata de algo ya conversado con Francos y buscan descomprimir su área.
El interventor de los medios públicos, Diego Chaher, será el encargado de auditar desde arriba a todos los directorios. ¿Cuál fue la línea que se bajó? "Queremos que todas pasen a ser Sociedades Anónimas. Si quedan bajo esa figura jurídica es más fácil privatizarlas", marcan desde el Gobierno.
Una novedad: dicen que en el Banco Nación (BNA) ese proceso ya está en las últimas etapas. Uno de los encargados de ese proceso está uno de los directores de esa entidad, Armando Guibert; el funcionario de Posse que ideó el aumento de sueldo para la planta alta del Gobierno y detonó la furia de Milei.
La vida sigue en el gabinete sin Posse. Integrantes de la plana alta de la Casa Rosada dicen que el clima se distendió después de su salida. "Estaba todo muy espeso", describe uno de ellos. Aunque marcan que la dinámica de la gestión nacional hace que todo sea cambiante, buscan que en el corto plazo no haya un recambio de ministros. Los rumores de las últimas semanas posicionaron a Diana Mondino como una de las principales candidatas, pero desmienten que su salida sea por ahora una posibilidad concreta.
Aun así, hay una consideración dentro del gabinete de que hay algunos de ellos que están predestinados a cumplir un ciclo. "Se sobreentiende que por lo que se conversó con Milei el año pasado, varios vinieron para aplicar sus reformas u objetivos específicos. Son bien considerados y algo que se baraja es que se puedan ir por la puerta grande", afirmaron desde Casa Rosada.