El Flamenco Festival de Londres ha cerrado sus puertas este 2024 con las cinco funciones del Ballet Nacional de España, pero también con tres funciones de artistas mujeres que han supuesto una sorpresa para el público del Sadler's Wells , teatro que alberga desde hace 19 años el certamen. Miguel Marín , director del festival, se mostraba satisfecho por haber agotado la taquilla de numerosas funciones y, sobre todo, por haber confirmado la fidelidad de un público «que ya no tiene la misma opinión sobre el flamenco. Antes era mucho más estrecha, ahora los caminos se han abierto para todos, para los artistas y para el público». Marín, que ya está ultimando la programación del festival del año que viene en el que cumplen el 20 aniversario, cree que en estos 19 años lo más importante ha sido «crear una relación sólida con el teatro con el que hacemos un trabajo conjunto. Este teatro tiene un público de la Danza que se ha aficionado al flamenco. Igualmente con los artistas, ver propuestas tan diversas nos ha permitido haber sido testigos de la evolución del flamenco, tanto coreográficas y conceptual, y esta evolución la ha visto el público de Londres, a quien cada año le siguen sorprendiendo las propuestas, es decir, que hay todavía pulsión creativa. El público inglés concibe la palabra flamenco como mucho más, no con adjetivos asociados como étnica o folklore. Hoy es vanguardia y grandes compañías. Por ejemplo ha sido un éxito total la propuesta de Rocío Molina, una obra minimalista, algo nada asociado al flamenco». Sigue siendo la Danza la principal atracción del festival. «Claro, este es un teatro de Danza, pero me ha sorprendido el día de Israel Fernández, voz, guitarra y percusión sin más y ha entusiasmado». Y para compañías de gran calado el B allet Nacional de España que nada menos ha llenado el Sadler's Wells en cinco funciones, con un largo programa de dos horas. Y junto a este elenco de 38 bailarines, la presencia en la sala Lillian Baylis Studio de las propuestas de mediano o pequeño formato de Sara Jiménez , Florencia Oz e Isidora O'Ryain y de María José Llergo . Sara Jiménez, gran bailarina de Danza Española, presentó 'Ave de plata' , una propuesta en donde prima la actuación y la performance sobre el baile, por lo que a pesar de la calidad de la misma, los que la conocemos nos quedó la sensación de que necesitábamos verla bailar más, un poco más. Pese a todo, gran esfuerzo y presencia escénica de la bailaora es sobresaliente. Florencia Oz e Isidora O'Ryain, hermanas y chilenas, presentaron el work in progress de lo que será el espectáculo que estrenarán en la Bienal de Flamenco de Sevilla el próximo septiembre con el título de 'En este día en este mundo', una propuesta en la línea estética y sobre todo espiritual y onírica que caracteriza el montaje de estas artistas. Al ser un trabajo en proceso faltaba el cante y la guitarra, pero lo que se ha podido ver en Londres que tuvo un gran éxito de público, augura un espectáculo que propondrá una nueva estética flamenca elaborada con otra mirada, donde la palabra sensibilidad se derrama por doquier. Y llegó María José Llergo para dar el cierre al festival, la cantaora de Pozoblanco cuya presencia no se asemeja al flamenco tradicional, ni tampoco su repertorio pues su música puede tener influencias de Rosalía y Mala Rodríguez , aunque ella apuesta por sus propias composiciones. La puesta en escena es rompedora , la acompañan dos magníficos músicos en teclados y percusión-batería, y vestida con un mono y una capa de tules y botines de gruesos tacones, su estética no puede diferir más a la una cantaora al uso. Y como tal el público era diferente, con numerosas presencia de jóvenes españoles residentes en Londres, que nada más salir la saludaron con aplausos y gritos, con clara vocación de fans. El concierto titulado como su segundo disco, 'Ultrabelleza', recogía sus canciones, letras y músicas en las que se desvelan muy a su manera, el compás por bulerías o por tangos, sin dejar de aflamencar sobre todo los remates de sus temas: «He aprendido a llorar cantando, he aprendido a cantar llorando». Tiene Llergo una potentísima y fina voz, que sobre todo luce esplendorosamente en los agudos y en los quiebros flamencos. El público estaba encandilado por la frescura y la juventud de su propuesta. Llergo se echaba el suelo cantando, se dirigía al respetable intentando explicarles en inglés la palabra 'malaje' de uno de sus temas, o que alguien tradujera la palabra 'piropo'. Una mujer le da una cinta con los colores de Andalucía, blanco y verde, la besa y canta con ella, se oyen oles en el patio de butacas. No hay que entrar en definiciones, su voz y su estilo no lo permiten, y tampoco el público joven que llena la sala y la sigue con palmas cada vez que la artista, que se los ha metido en el bolsillo, se lo pide. Al final y después de pasar por el repertorio y aflamencar el 'Sabor a mí' de los Panchos, se lanza por la copla con 'Pena, penita, pena' y hace que el público la acompañe en el estribillo. Gran final para esta artista que está dando mucho que hablar y seguirá haciéndolo. Fin del Flamenco Festival de 2024, ahora queda pensar en el 20 aniversario, persiguiendo que el flamenco esté siempre entre los nominados de los Premios de Danza del Reino Unido. «Este año ha habido tres nominaciones, dos de Sara Baras y uno de Mercedes de Córdoba. El flamenco impacta ahora en el Reino Unido, y eso ya no tiene vuelta atrás», subraya Miguel Marín.
