Una noche más, la Plaza de España sacaba sus mejores galas para acoger esta vez una de las jornadas más largas del Icónica Santalucía Sevilla Fest. Por delante tres conciertos y una fiesta de lo más glamurosa. A pesar de ser la primera actuación de la noche, Danna Paola inició su espectáculo con el explosivo tema 'Mala fama' que inmediatamente puso a todos a bailar. La energía de la cantante mexicana era contagiosa, y el público respondió con una ovación ensordecedora. La potente voz de la artista y su presencia en el escenario capturaron la atención de todos, marcando el comienzo de una actuación muy llamativa. Siguió con 'Oye Pablo', una de sus canciones más populares. El carisma de Danna y el de sus diez bailarines hicieron un espectáculo muy visual y completo. Fue tal la conexión con el público que hasta preguntó a los fans de las primeras filas por sus historias personales y bajó hasta la pista para abrazar a algunos de ellos. En todo momento se mostró muy agradecida por el apoyo y emocionada por poder presentar en el festival su nuevo trabajo. La mexicana también interpretó 'Calla tú' y 'Sodio', llevando al público a un viaje a través de sus diversos estilos musicales. 'Platonik' mantuvo la energía en su punto más alto, con coreografías dinámicas y una producción visual muy diferente gracias a las estructuras en forma de pirámide que permitían a Danna y sus diez bailarines elevarse un par de metros. 'Aún te quiero' y 'Amor ordinario' continuaron la velada, cada una meticulosamente interpretada, dejando claro por qué Danna Paola es una de las artistas más completas de su generación , ya que añadió una capa de intimidad a la tarde, mostrando así su faceta más vulnerable y emocional. 'Tenemos que hablar' y 'Amanecer' reavivaron el espíritu festivo, preparando el terreno para el gran final. El clímax llegó con 'XT4S1S', que cerró el concierto de la misma manera explosiva en que había comenzado. La Plaza de España se puso a saltar con la música y la vibrante energía de los asistentes, culminando en un estallido de aplausos y gritos. Los cinco sentidos en Taburete Tras media hora fue el turno de Taburete, conocido por su estilo desenfadado y sus letras pegadizas, hizo que el público cantara a pleno pulmón temas como '5 Sentidos' o 'Cuando se va la luz'. Continuaron con 'Madame Ayahusca', 'México D. F.' y 'Penúltimo beso'. Letras nostálgicas y melodías con mucho ritmo resonaron, mientras los fans acompañaban con palmas y coreaba cada estrofa. El repertorio siguió con 'Roto y elegante', una de las canciones más populares de la banda. La multitud completamente entregada , saltaba al unísono, inundando la Plaza de España con una ola de entusiasmo y alegría. Cada nota y cada palabra eran recibidas con una ovación, mostrando el cariño y la admiración que los fans tienen por Taburete. No faltaron otros éxitos como 'Sirenas' o 'Walter Palmeras' que fueron de las más bailadas de la noche, aunque la que puso el broche de oro al espectáculo vino de la mano de 'Amos del piano bar' y 'Caminito a Motel'. La interpretación de la banda fue impecable, combinando su característico estilo tan marcado con una ejecución precisa. La velada con Taburete fue una mezcla de emoción y pura diversión. El lugar de Álvaro de Luna Ya entrada la media noche y con una potente introducción, Álvaro de Luna no tuvo ningún problema para conectar desde el primer momento con el público, demostrando su capacidad para caldear el ambiente y ponerlo a la altura de la noche. Desde el primer acorde de 'Portarse mal', el sevillano capturó la atención de todos los presentes que no tardaron en unirse al cantante, saltando y bailando al ritmo de la música. El concierto continuó con 'Cuando éramos dos', 'Mi lugar', 'Hoy festejo' o 'Olvidé olvidarte'. La fuerza de sus canciones, combinada con la voz quebrada de Álvaro, hizo que este momento fuera especialmente entretenido. 'Levantaremos al sol' mantuvo la energía en su punto más alto , con el público saltando y moviéndose al ritmo contagioso. El sevillano continuó con 'Todo contigo', una balada romántica que sacó el lado más cariñoso de los sevillanos. La letra conmovedora y la entrega del cantante sobre el escenario crearon un ambiente de ternura y cercanía. El final del concierto llegó con dos de sus temas más queridos: 'Indios y vaqueros' y 'Juramento eterno de sal', momento el que el sevillano se mezcló entre los fans de pista. La energía alcanzó su clímax con estas canciones, que anticipaban el final del último concierto de la noche. El público, ya completamente cautivado, se unió en un último canto, que dejó a más de uno sin voz. A pesar de haber cantado en Sevilla hace solo unos meses, el regreso de Álvaro de Luna fue recibido con gran entusiasmo. El público tenía muchas ganas de disfrutar nuevamente de su talento. Su capacidad para conectar con la audiencia y ofrecer un espectáculo a la altura de las expectativas hizo de este concierto un inicio perfecto para la noche. Pero la noche no terminó con los conciertos. La Fiesta Bresh, famosa por su ambiente inclusivo y su ecléctica selección musical, tomó el relevo para mantener la energía en lo más alto hasta altas horas de la madrugada. Esta fiesta, que regresó por segundo año consecutivo a Icónica Santalucía Sevilla Fest, cumplió con creces las expectativas, sorprendiendo a los sevillanos con su atmósfera de pura diversión y de mucho brillo. La Plaza de España se tiñó de rosa , sobre el escenario osos hinchables, árboles y flores del mismo color, pero también muchos influencers que bailaban a sones de los grandes éxitos del reggaetón antiguo, como 'Gasolina', pero también con temas actuales como 'Yo perreo sola'. Sin duda, la fiesta más linda puso a tono a todos esos sevillanos que aguantaron hasta el final.
