Rey Manaj debutó con el primer equipo del Barcelona en la pretemporada de la campaña 2021-22 y lo hizo marcándole tres goles al Nàstic. Mejor carta de presentación, imposible. Después, sumó otro ante el Girona, cuatro dianas en 117 minutos jugados.
Eran (y siguen siendo) tiempos difíciles para las arcas del equipo azulgrana. Fue el verano en el que se marchó Messi. Piqué se bajó el sueldo para que el club pudiera inscribir a Memphis, Eric García... y Rey Manaj. Entró en la convocatoria de los tres primeros partidos de Liga (Real Sociedad, Athletic Club y Getafe), pero se quedó en el banquillo. Apurando el mercado de fichajes de ese verano, se fue cedido al Spezia. "Koeman contaba conmigo, pero preferí salir para jugar más partidos", reconoció.
Ya había entrado en otra convocatoria en 2020, ante el Getafe, poco después de fichar por el filial azulgrana procedente del Albacete. El técnico era Quique Setién. Tampoco jugó. No llegó a estrenarse en el primer equipo en duelo oficial, pero sí entrenó muchas veces. "Me sentí como si estuviera jugando al FIFA en la Playstation... pero todo era real. Durante varios meses tuve el honor de correr y entrenar junto a Messi. En realidad, no hablé mucho, pero escuché todo. En aquellos días, otro club de La Liga me quería, pero el Barcelona decidió retenerme. Al final fui yo quien pidió irse. En Barcelona tras la marcha de Messi hubo mucha confusión", confesó en una entrevista en la "Gazzetta dello Sport".
Salió cedido al Spezia, al país en el que todo empezó para él. Rey nació en Albania, en Lushnje, pero sus padres emigraron a Italia y allí terminó formando parte de la cantera del Inter de Milán. Ahí sí llegó a jugar con los "mayores", de la mano de Roberto Mancini, pero principalmente fue prestado a varios equipos: Cremonese, Pescara, Pisa... Y al Granada, su primera experiencia en España. La segunda fue el Albacete hasta que en enero de 2020 el Barcelona se fijó en él.
Esta segunda experiencia en Italia tras dejar el Camp Nou no fue satisfactoria y su siguiente destino fue Inglaterra, el Watford, donde estuvo lastrado por una lesión. Apenas jugó siete partidos (275 minutos) y en febrero de 2023 rescindió su contrato. Con apenas 26 años, el prometedor delantero se había quedado sin equipo.
El salvavidas lo encontró en Turquía, en el Sivasspor, en el que ha anotado 22 tantos en 33 partidos. De ellos, 18 fueron en la Liga, lo que le colocó tercero en la tabla de goleadores, solo por detrás de dos clásicos como Icardi (25) y Dzeko (21). Ese renacer hará que la próxima temporada seguramente regrese a una liga mayor y le ha abierto las puertas de la selección y de la Eurocopa. Sylvinho, el seleccionador, le ha llamado tras dos años de ausencia. Con Albania, por cierto, no pudo tener un mejor debut: en un amistoso contra Kosovo, entró en la segunda parte y le dio tiempo a ir desde la banda al área, porque había una falta lateral a favor de los suyos, y rematar de cabeza cuando apenas habían pasado diez segundos desde el cambio.
Era, lógicamente, el primer balón que tocaba. Rey es una de las amenazas que se va a encontrar hoy Italia, la defensora del título.