Las mariposas son insectos pertenecientes al orden Lepidoptera, que se caracterizan por sus alas grandes y coloridas, cubiertas de pequeñas escamas. En Sudamérica se alberga una gran diversidad de especies, muchas de las cuales son endémicas en la región.
Estos insectos pasan por un proceso de metamorfosis completa que incluye cuatro etapas distintas: huevo, larva (oruga), pupa (crisálida) y adulto (mariposa). Hay alrededor de 20,000 especies de mariposas en todo el mundo, cada una con sus propios patrones de color y comportamiento.
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Colombia se consolida como uno de los países más biodiversos del mundo. A su primer lugar en aves y orquídeas, ahora se suma el de las mariposas. Un estudio publicado por el Museo de Historia Natural de Londres ratifica que el 20% de las especies de estos insectos están en esta nación sudamericana, consolidando al territorio nacional como el principal hábitat de estos animales.
La diversidad de mariposas en Colombia es impresionante, con aproximadamente 3,642 especies registradas, lo que representa una quinta parte de todas las especies conocidas en el planeta. Esta riqueza se debe a la variedad de ecosistemas presentes en el país, que incluyen selvas tropicales, bosques nublados, páramos y sabanas. Cada uno de estos hábitats ofrece condiciones únicas que favorecen la proliferación de diferentes especies de mariposas.
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Los lugares con mayor diversidad de mariposas en Colombia se localizan en los bosques de los Andes orientales, en el piedemonte Andino-Amazónico y en la región del Chocó biogeográfico. Estas áreas ofrecen condiciones climáticas y ecológicas únicas que favorecen la proliferación de una amplia variedad de especies de mariposas.
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La nación colombiana es un verdadero refugio de diversidad de mariposas, con los bosques de los Andes orientales, el piedemonte Andino-Amazónico y la región del Chocó biogeográfico destacándose como áreas de alta riqueza en especies. Además, los bosques altoandinos y los páramos, aunque albergan un gran número de especies endémicas, son especialmente vulnerables al cambio climático. La protección y conservación de estos hábitats es crucial para mantener la biodiversidad y asegurar la supervivencia de estas especies únicas.
