Después de una prueba de selectividad con mayores facilidades y opciones de respuesta, y con posibilidades de aprobar sin necesidad de estudiar el temario completo, el Gobierno pondrá en marcha la nueva selectividad «postpandemia» desde el año que viene al aprobar en Consejo de Ministros el decreto que la regula. No solo cambia de nombre, que pasará a llamarse Prueba de Acceso a la Universidad (PAU), como ya ocurre en Cataluña, sino que endurece la dificultad que hasta ahora ofrecía. Habrá un solo modelo de examen para cada materia, a diferencia de lo que ocurría hasta ahora,si bien se podrá elegir entre varias preguntas y tareas. Ahora bien, «la opcionalidad no implicará poder estudiar menos temario», mientras que solo establece unos mínimos en los criterios de corrección que apliquen las comunidades autónomas, lo que deja abierta la posibilidad de que haya 17 formas más o menos exigentes de corrección en función de la comunidad autónoma.
Para cada ejercicio, «deberán existir unos criterios objetivos de corrección y calificación previamente aprobados» que incluyen la valoración de la coherencia, la cohesión, la corrección gramatical, léxica y ortográfica de los textos producidos, así como su presentación, que supondrá al menos el 10% de la calificación de cada pregunta o tarea que implique la redacción de un texto, tal y como ha detallado el Ministerio de Educación y FP. Las comisiones organizadoras de las pruebas asegurarán la aplicación de criterios específicos de corrección y calificación, en cada autonomía.
Sin embargo, las once autonomías gobernadas por el PP ya se han comprometido a aplicar los mismos criterios de corrección porque «no queremos una Ebau más dura, sino más justa para todos», ha dicho Esther Muñoz, vicesecretaria de Sanidad y Educación del PP. Al mismo tiempo se ha quejado de que el anuncio de la nueva prueba se haya hecho «de manera unilateral sin consultar a las comunidades autónomas». Mientras, la ministra, Pilar Alegría, aseguraba que «ha sido el modelo más debatido de la historia» después de mantener hasta 200 reuniones sobre la PAU.
Los alumnos que superen el Bachillerato se examinarán de cuatro materias obligatorias: Lengua y Literatura II, Lengua Extranjera, la materia específica obligatoria de la modalidad cursada y a elegir entre Historia de España o Filosofía. En las comunidades con lengua propia, los estudiantes también se examinarán de la lengua cooficial. Los que deseen mejorar la nota podrán examinarse de hasta tres materias más y podrán examinarse de hasta tres materias más a elegir por el alumno y distintas a las de la fase de acceso, que podrán ser de modalidad, cursadas o no, y la materia común no realizada en la fase de acceso (Historia de España o de la Filosofía). Tendrán también la posibilidad de examinarse de una segunda lengua extranjera aquellos que la hayan cursado como optativa. Cada ejercicio tendrá una duración de noventa minutos, con un descanso mínimo de media hora.