La Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso junto al Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros de San Lorenzo (SOEA) en Santa Fe, anunciaron un paro por tiempo indeterminado a la espera de la votación de la Ley Bases en el Congreso y en contra de la reforma laboral y la vuelta del impuesto a las ganancias. Los trabajadores de la industria del aceite generan ingreso de dólares al país y no son el único gremio poderoso que se opone a la vuelta del impuesto a las Ganancias. ¿A qué actividades afectaría la sanción de la Ley Bases?
"Es un plan de lucha que comenzamos el 24 de enero, para dar vuelta la reforma laboral y el impuesto a las ganancias", expresó en diálogo con El Cronista el secretario general de SOEA Daniel Succi.
En rechazo a la reforma laboral y la sanción de la Ley Bases mañana convocan al Congreso Nacional la CTA de los Argentinos y la CTA Autónoma, así como también la Corriente Federal. La CGT no ha convocado oficialmente a la marcha todavía.
Luego de la media sanción en Diputados, y en medio de las negociaciones en el Senado con modificaciones en marcha para lograr la aprobación de la Ley Bases y el capítulo fiscal, el Gobierno reveló el número de asalariados que pretenden que vuelvan a pagar el impuesto a las Ganancias y la recaudación.
De mantenerse la versión que se giró desde Diputados la semana pasada a la Cámara alta, que proponía que lo paguen los solteros desde $ 1,8 millones brutos y los casados con dos hijos a partir de $ 2,3 millones, se produciría un salto sideral.
Los sindicatos con más poder de negociación advierten que tras las paritarias alcanzadas en los últimos meses, este número tocaría a todos los trabajadores de su actividad.
El gremio de los Camioneros a cargo de Pablo Moyano acordó en abril un aumento del 45% con empresas del sector para sus trabajadores y convocaron a movilizar para evitar que se sancione la ley que afectaría sus ingresos.
El cosecretario general de la CGT y líder de Camioneros, Pablo Moyano, rechazó la vuelta del impuesto a las ganancias y consideró "es una obligación estar el día miércoles rechazando esta ley bases que destruye las industrias y el trabajador vuelve a pagar impuesto a las ganancias".
"O se convierten en héroes o en traidores", advirtió Moyano a los senadores.
Por otro lado, desde la Asociación Bancaria, que agrupa a los trabajadores de bancos públicos y privados, llamó a movilizar el 12 junio a las 9 horas en rechazo a la Ley Bases.
"Porque no queremos una reforma laboral regresiva que solo sirva para quitarnos derechos, porque no estamos de acuerdo con la vuelta del impuesto a las ganancias", sentenciaron desde el sector y sumaron a su comunicado otros motivos como la vuelta de las privatizaciones y la pérdida de soberanía con la aprobación del RIGI para las grandes inversiones.
Los trabajadores agrupados en la Federación Marítima, Portuaria y de la industria naval de la República Argentina, dedicados a la pesca, el transporte y abastecimiento de biocombustibles de la región realizarán un paro y movilización el mismo día que se trata la Ley Bases en el Senado.
"A partir de las 12 horas concentramos en Avenida 9 de Julio y Avenida de mayo. No al impuesto a las ganancias", anunciaron a través de un comunicado.
Mientras que los sindicatos petroleros como el SUPeH, la Federación Argentina Sindical de Petróleo, Gas y Bicombustibles y el Sindicato de Petroleros Privados de Santa Cruz no se han pronunciado oficialmente pero engloban a gran parte de los trabajadores afectados por el cambio. De hecho, una de las principales contiendas que tuvo el ministro del Interior y ahora jefe de Gabinete, Guillermo Francos, fue con los gobernadores patagónicos que se oponen a la vuelta del impuesto en esa región.
Pese al aire que le podría generar a las arcas provinciales, los gobernadores del sur de Juntos por el Cambio (JxC) y de partidos provinciales, exigen más cambios en la redacción del proyecto: la incorporación de la deducción por zona desfavorable (hoy del 22%).
Un pedido que responde a los intereses electorales en cada distrito, pero que, de concretarse, podría sumar una presión adicional y bajar aún más los ingresos que proyecta el Gobierno para meses entrantes tras los primeros cuatro en caída, ligados a la baja en el nivel de actividad.