Las expectativas del Banco Mundial no son muy favorables para la economía de Latinoamérica, dado que el Producto Interno Bruto (PIB) de la región pasará de crecer un 2.2 a 1.8 por ciento durante este año, debido a los fuertes ajustes aplicados en Argentina. Pero se tiene previsto que la economía repuntará al 2.7 por ciento en 2025 con la vuelta a la creación de riqueza en el país austral.
De acuerdo con el informe de perspectivas globales elaborado por el Banco Mundial, se decidió reducir en cinco décimas las estimaciones de este año para la región, en comparación con la proyección que se realizó durante enero, ya que se contemplaban los fuertes ajustes que el gobierno de Javier Milei había impuesto en Argentina.
Las expectativas apuntan a que el PIB de Argentina sufrirá una contracción a -3.5 por ciento durante este año y conseguirá volver a la senda de la creación de riqueza en 2025 con un crecimiento esperado del 5 por ciento, que se podría estabilizar en un 4.5 por ciento en 2026.
“El pronóstico ha sido actualizado a la baja básicamente por la marcada revisión bajista de Argentina, que esperamos que se contraiga este año antes de volver a retomar el crecimiento el próximo año”, indica el informe del BM.
“Argentina ha experimentado aumentos significativos en la inflación mensual al comienzo de 2024 y ahora está mostrando señales de relajamiento, tanto de la inflación como de las perspectivas inflacionarias”, añadió.
El Banco Mundial reconoce que en la economía de Argentina es necesario aplicar ‘pasos monetarios y fiscales para enfrentar los desequilibrios crónicos’, debido a que esto podría causar una ‘contracción temporal’.
El informe señala que la región de Latinoamérica se enfrenta a distintos riesgos, tal como peores condiciones financieras globales y altos niveles de deuda local, esto podría tener un efecto en el nivel de la demanda privada y en el ritmo de necesaria consolidación fiscal de la región.
Además, las altas tasas de interés real en la región y la inflación siguen afectando en general a las economías latinoamericanas, pero el nivel de confianza de las empresas se mantiene alto en las economías de Brasil, México y Colombia.
El Banco Mundial tiene previsto que el crecimiento de Brasil, la primera economía latinoamericana, se moderará al 2 por ciento en 2024 y repuntará ligeramente al 2.2 por ciento el año próximo, debido a una moderación en la inflación y una mejora en el nivel de consumo, aunque los esfuerzos para mejorar la sostenibilidad fiscal tendrán un efecto negativo en el crecimiento.
En el caso de México, el crecimiento de 2024 se actualizó tres décimas a la baja hasta el 2.3 por ciento, especialmente por una moderación de la demanda interna, que ha estado por encima de lo previsto durante varios años.
Mientras que para 2025, el crecimiento esperado en México es del 2.1 por ciento, apoyado en menores tipos de interés e inflación contenida, factores que serían positivos para el consumo y la inversión.