Era la tercera visita de Zelenski a Berlín desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania y en la capital alemana se repetía el ritual de helicópteros militares suspendidos sobre el barrio gubernamental y las medidas de seguridad de excepción que bloquean el centro de la ciudad. Las instituciones alemanes mostraban los mismos signos de solidaridad y apoyo, mientras los berlineses volvían a sentir, con su presencia, la cercanía de la guerra. Pero esta vez algo fue diferente en el Bundestag. Tanto el partido populista de derecha radical Alternativa para Alemania (AfD) como la nueva formación populista de extrema izquierda Alianza Sarah Wagenknecht (BSW) , ambas de perfil prorruso y ambas envalentonadas por el resultado de las elecciones europeas, boicotearon la intervención del presidente de Ucrania ante el pleno de la cámara baja del Parlamento alemán y profirieron en público acusaciones contra Zelensky, al que señalaron como ilegítimo en el cargo. Cuando el presidente ucraniano se disponía a entrar en la sala de plenos, gran parte del grupo parlamentario de AfD abandonó sus escaños, siguiendo la consigna de la dirección del partido. «Su mandato expiró el 21 de mayo y ahora es sólo un presidente de guerra que suplica en el cargo», firmaron en un mensaje los líderes de AfD, Alice Weidel y Tino Chrupalla. «Nos negamos a escuchar a un orador con traje de camuflaje, Ucrania no necesita un presidente de guerra ahora, necesita un presidente de paz dispuesto a negociar para que cesen las muertes y el país tenga un futuro». Noticia Relacionada estandar Si Alemania La coalición de Scholz se hunde lastrada por Los Verdes Rosalía Sánchez | Corresponsal en Berlín También el grupo parlamentario de BSW abandonó el pleno del Bundestag durante su discurso y acusó en un comunicado a Zelenski de «estar contribuyendo actualmente a promover una espiral de escalada altamente peligrosa». «Al hacerlo, acepta el riesgo de un conflicto nuclear con consecuencias devastadoras para toda Europa», profundizaban en su crítica. «El Gobierno federal no debería darle una plataforma para rogar por la reconstrucción» y «no debería ser honrado en el Bundestag alemán con un evento con especial símbolo de aprobación acrítica de sus políticas». Ninguno de estos dos partidos había mantenido este nivel de discurso prorruso en sede parlamentaria, habiéndolo reservado hasta ahora solamente para los mítines de campaña. Sumando los votos de las dos formaciones, el domingo obtuvieron más del 22% de los votos, y lo hicieron valer dividiendo así visiblemente lo que hasta ahora había sido un apoyo parlamentario cerrado a Ucrania por parte de Alemania. Zelenski recibe una ovación de los asistentes Reuters Zelenski, que había visitado antes la Conferencia para la Reconstrucción , en la que por primera vez recauda capital privado, insistió por su parte en que no podrá haber paz en Ucrania mientras el país permanezca dividido con una parte ocupada por Rusia. «La Europa dividida nunca fue pacífica y la Alemania dividida nunca fue feliz», recordó, «por eso hacemos todo, absolutamente todo, para no permitir que surja un muro entre las partes de nuestro país». Con estas palabras obtuvo una ovación. «Kiev quiere poner fin a la guerra en interés de Ucrania y de toda Europa, pero en interés de las generaciones venideras es preciso ponerle fin bajo las condiciones establecidas por Ucrania», dijo, y subrayó que «los ucranianos que han defendido sus hogares y han perdido familiares merecen un fin digno de la guerra». «El tiempo de los compromisos pasó en el momento en que Putin quemó nuestras ciudades», enfatizó, y vaticinó que, si en algún lugar quedan remanentes del conflicto, «la guerra volverá». En referencia a la conferencia de paz en Suiza del próximo fin de semana, Zelenski recalcó que quiere «dar una oportunidad a la diplomacia». «Ucrania no ha confiado nunca solo en la fuerza de las armas, pero la comunidad internacional funciona gracias a garantías de seguridad de que no haya disparos y de que el mal no vuelva al territorio del país que Rusia quiere destruir».