Tras el arrollador triunfo del partido de Marine Le Pen, Agrupación Nacional, en las elecciones europeas del domingo, miles de personas se lanzaron a las calles en diversas ciudades de Francia para expresar su oposición a la extrema derecha, que se sitúa a las puertas del Gobierno después de la convocatoria anticipada de elecciones legislativas para los próximos 30 de junio y 7 de julio. Las manifestaciones estuvieron marcadas por varios incidentes violentos, como saqueo de tiendas y actos vandálicos.
En Toulouse se provocaron incendios de cubos de basura y se dañó mobiliario público. En Nantes, activistas de extrema izquierda arrancaron una bandera francesa de una ventana antes de apedrear un edificio. En Angers, personas encapuchadas saquearon la fachada de un bar supuestamente vinculado a la extrema derecha. En Burdeos, los manifestantes atacaron un bar al que acusaron de estar regentado por “fascistas”.
En París, unas 3.000 personas se reunieron en la Place de la République, según la jefatura de policía, en su mayoría jóvenes corearon contra la extrema derecha al grito de "La juventud cabrea al Frente Nacional” y “Todo el mundo odia a Marine Le Pen” . Según la prensa francesa, muchos manifestantes blandieron banderas palestinas.
En la segunda ciudad más grande de Francia, Marsella, conocida por su espíritu contestario, 2.200 personas, según la policía, se reunieron frente a la prefectura regional. En Montpellier, la manifestación se convirtió en una congregación de miles de personas, mientras que en Rennes, en el norte, unas 2.500 personas marcharon por las calles. También se citaron en las calles en la ciudad de Rouen, donde unas 800 personas se manifestaron contra la extrema derecha al grito de “Todos odian al Frente Nacional”. En algunas concentraciones se registraron varios incidentes marcaron las procesiones.
Los grandes partidos de la izquierda francesa han pedido que continúen las movilizaciones uniéndose a las marchas previstas para este fin de semana convocadas por sindicatos y organizaciones sociales como CFDT, CGT, UNSA, FSU y Solidaires para añadir presión de cara a las legislativas del 30 de junio y el 7 de julio.