Se trata de una manifestación en el Mercado Modelo de Huancayo, al que ingresaron los congresistas acompañados de una barra de simpatizantes, el sábado último. Se desplazaban por los puestos lanzando arengas por el aniversario de su organización política, que no fue bien recibida por los comerciantes y los visitantes del centro comercial.
Las imágenes son elocuentes. No solo se les abucheó, sino que fueron retirados del local. Esta es una reacción popular que muestra el desagrado por el papel jugado en el gobierno de Pedro Castillo y que critica también el rol de colaboración con Dina Boluarte y el acuerdo con el fujimorismo en el Congreso. Los gritos también abarcaban la fuga de Vladimir Cerrón, el prófugo menos buscado por la Policía, el Ministerio del Interior y el propio régimen. Recordemos que es una persona con sentencia firme que ha evadido la cárcel y se mantiene en plena actividad política en redes sociales.
Perú Libre carga con todos estos pasivos, a los que hay que adicionar su pasado en el propio Junín, con obras que están siendo investigadas y que han merecido acusaciones en la justicia.
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En el dominical ‘Cuarto poder’ se pudo conocer también que la congresista Kelly Portalatino realiza actividades proselitistas destinadas a captar militantes a cambio de cargos públicos, algunos de ellos en el propio Congreso, según la denuncia formulada por el programa de TV.
Todo esto hace suponer que el cordón umbilical entre el actual Gobierno y el partido Perú Libre no solo no está roto, sino que se fortalece con estos intercambios de favores políticos que han quedado graficados una y otra vez. La popularidad de la mandataria, que apenas llega al 5%, les está pasando factura a sus aliados en el Congreso. El fujimorismo y sus socios, entre ellos Perú Libre, sostienen a la presidenta y usufructúan del régimen. Y la gente se da cuenta.
