Génova se ha agarrado tras el 9-J a la mejora de la distancia del PSOE respecto a las generales (de 1,4 puntos a cuatro) y minimiza la importancia de no haber neutralizado a Vox, que crece (de 4 a 6 escaños), y de que la derecha vuelva a fragmentarse con un nuevo partido ultra, el de Alvise Pérez, que irrumpe con tres eurodiputados.
Alberto Núñez Feijóo ha logrado así reafirmar su liderazgo en el PP, aunque está lejos todavía de arrasar a Pedro Sánchez. Hace cinco años, los socialistas sacaron doce puntos al PP; hoy el PP supera en cuatro al PSOE.
Los populares asumen que el partido de Santiago Abascal ha venido para quedarse y ya cuentan con él como parte del “bloque del centro derecha”. Feijóo tendrá que lidiar ahora, además, con un nuevo competidor en la galaxia de la ultraderecha, Alvise Pérez.
Sin embargo, según ha escuchado El Chivato a cargos de la dirección nacional del partido, el PP no reconoce a Alvise como parte de ese “bloque de centro derecha”. En las explicaciones para valorar los resultados del 9-J, los dirigentes populares han destacado que “nunca en la historia el centro derecha había tenido un porcentaje de voto tan alto: 43,8%”.
Llama la atención que ese porcentaje coincide con la suma de todos los partidos que “no están con Sánchez”, según la denominación de los propios cargos del PP, pero entre los que no incluyen los votos de ¡Se acabó la fiesta!
En Génova explican que su objetivo es ahora “convencer” al electorado de Alvise de que “la verdadera opción de cambio es el PP”. Y, por el momento, además, rechazan considerar al agitador como un interlocutor válido para potenciales alianzas.
