Los barones del PP concluyen que el 9-J lo importante era ganar al PSOE. Pero para que se valorase como un buen resultado, Alberto Núñez Feijóo tenía que superar al menos en tres puntos a Pedro Sánchez. Una ventaja que finalmente se dio, después de que los sondeos vaticinaran al cierre de los colegios una distancia de poco más de dos puntos.
Los populares sabían que si querían convencer de que Sánchez está en un fin de ciclo, no bastaba con una victoria: necesitaban que fuera amplia.
Según ha podido saber Confidencial Digital por fuentes próximas a Génova, la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, fue la única dirigente que advirtió el jueves a Núñez Feijóo de los riesgos de dar por sentada la victoria.
“No caigamos en los errores de la última campaña”, trasladó al líder del partido, marcando claramente perfil ante lo que pudiera suceder la noche del domingo.
Dirigentes del PP consultados por ECD atribuyen así ahora a Ayuso la ventaja de última hora que lograron los populares sobre el PSOE. Feijóo empezó a alertar a partir de entonces, en la recta final de la campaña electoral de la posibilidad de un empate con los socialistas.
El líder del PP sorprendió en el último mitin con un mensaje que apuntaba a un resultado ajustado. “Este partido es un partido sólido”, dijo, “podemos sacar mejor o peor resultado, con los huracanes políticos podemos bambearnos, pero nunca nos van a tumbar”.
En varios territorios del PP no pasan tampoco por alto que el partido ha perdido siete puntos en tres meses, según las encuestas publicadas entonces. El pasado marzo, la encuestadora GAD3 llegó a dar once puntos de diferencia al PP sobre el PSOE en las europeas. En abril, SigmaDos les otorgaba casi siete puntos de ventaja.
Y ahora, incluso a pesar de que todos los presidentes autonómicos y Feijóo se han volcado en buscar una movilización de la derecha contra el sanchismo, la conclusión en el partido es que el PP ha llegado desfondado al 9-J y con el PSOE pisándoles los talones, a una distancia que se ha reducido a cuatro puntos, pero que se temía más ajustada.
Dirigentes territoriales del PP admiten en privado que el PSOE ha conseguido aguantar fuerte, en torno al 30% de los votos, “porque se está comiendo a Sumar y a Podemos”, mientras en la derecha Feijóo no logra absorber a Vox.
