Un hombre de apellidos Picado Ramírez fue condenado, la mañana de este lunes, a 24 años de cárcel en el Tribunal Penal de Puntarenas por delitos sexuales cometidos en perjuicio de una turista argentina y dos adolescentes costarricenses, entre el 2018 y 2019 en Santa Teresa de Cóbano, Puntarenas.
Picado Ramírez recibió una condena de 11 años por la violación de una visitante extranjera, diez años por violar a una adolescente costarricense de 14 años y tres años más por una relación consentida con una menor de edad de 13 años. Además, deberá pagar ¢726.000 por las costas de la querella.
Cuatro ciudadanas del Reino Unido también iban a declarar como víctimas en el juicio por hechos denunciados en el 2002, desde el consulado de Costa Rica en dicho país. Sin embargo, no se presentaron, por lo que sus casos fueron sobreseídos.
Una denuncia adicional por abuso sexual, contra la víctima argentina, quedó prescrita pues fue presentada en el 2018 y el plazo era de cuatro años.
“Nos llena de mucha satisfacción que todavía existan jueces valientes, objetivos y que busquen lograr la justicia para las víctimas, más en casos de violación”, declaró a La Nación el abogado de las víctimas, Walter Brenes.
“Obviamente hay algunos temas que habrá que revisar en su momento, específicamente una discusión que se dio con una de las menores, que no era una violación sino dos, y otro tema en cuanto a una prescripción de abuso sexual contra mayor de edad, que vendrían a sumar eventualmente 12 años más a la condena”, agregó Brenes.
Estos delitos sexuales eran inicialmente tramitados en expedientes aparte, pero la Fiscalía los agrupó para que todo se resolviera en un solo juicio.
Picado Herrera, de 28 años, fue denunciado por las cuatro británicas el 6 de junio del 2022 y el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Cóbano lo detuvo dos días después.
A través de reconocimientos fotográficos y físicos, varias víctimas identificaron al agresor y lo señalaron como el perpetrador de los delitos. En el proceso resultaron clave una serie de tatuajes que este tiene en su cuerpo, incluyendo algunos motivos de rosas.
La víctima argentina había relatado a La Nación, poco después del arresto del ahora condenado, que inicialmente no iba a denunciar porque se le suele atribuir responsabilidad a la mujer afectada, pero luego de saber que había otras ofendidas, decidió interponer la denuncia penal.
La costarricense víctima de violación, que al momento de los hechos tenía 14 años, también contó cómo Picado cometió el crimen sexual. Ella era amiga de la niña de 13 años que mantuvo una relación impropia con el sujeto.
La ofendida relató que ella estaba en la casa de su amiga cuando Picado llegó y les dio alcohol. Horas después, el hombre la empezó a forcejear mientras ella se negaba. Luego de consumar el ataque, Picado la sacó de la casa, corrieron a una playa, para luego ir donde unos amigos y a un bar cercano.
“Yo estaba mal, estaba llorando y en lo que él se va, yo me voy corriendo hacia donde los muchachos que estaban trabajando por ahí a pedirles ayuda y que necesitaba un teléfono para comunicarme con mi mamá y mis amigos”, relató la joven.
