Iga Swiatek es actualmente la cúspide del tenis femenino, destacándose especialmente en el Abierto de Francia. Su dominio sobre Coco Gauff, tanto en Roland Garros como en otros lugares, se ha vuelto rutinario. Swiatek extendió su racha de victorias en París a 20 partidos con una victoria por 6-2, 6-4 en las semifinales sobre Gauff el jueves.
“Fue intenso”, dijo Swiatek, la número 1 del mundo, quien se recuperó de un 3-1 en el segundo set para ganar cinco de los últimos seis juegos. “Estoy feliz de haberme mantenido fiel a mis tácticas, no pensar demasiado y simplemente ir a por ello.”
Swiatek se enfrentará a la cabeza de serie número 12, Jasmine Paolini, en la final del sábado, después de que la italiana derrotara a la rusa de 17 años Mirra Andreeva 6-3, 6-1 en la otra semifinal. Con 23 años recién cumplidos la semana pasada, Swiatek aspira a su cuarto título del Abierto de Francia en cinco años y su tercer consecutivo, una hazaña lograda por última vez por Justine Henin entre 2005 y 2007. Paolini jugará su primera final de Grand Slam, habiendo avanzado más allá de la segunda ronda en sus primeros 16 torneos importantes hasta llegar a la cuarta ronda en el Abierto de Australia de este año.
Swiatek mejoró su récord a 11-1 contra la cabeza de serie número 3, Gauff, la campeona reinante del Abierto de EE. UU. Este récord incluye victorias directas en Roland Garros en la final de 2022 y en los cuartos de final del año pasado. “Obviamente, es una rival difícil para mí,” admitió Gauff.
Swiatek, quien tiene un récord de 4-0 en finales de Grand Slam, ha estado en una forma dominante, capturando títulos en Roma y Madrid. Aparte de un partido de segunda ronda a tres sets contra Naomi Osaka, donde salvó un punto de partido, Swiatek solo perdió 17 juegos en sus otros cinco partidos en París. Sus golpes de fondo potentes pero precisos fueron evidentes, con 10 golpes ganadores y solo 14 errores no forzados, en comparación con los 39 de Gauff.
Gauff reconoció, “En su mayoría, tuve la idea correcta, pero cometí demasiados errores.” El juego de Swiatek obliga a sus oponentes a cometer errores, especialmente en tierra batida, a través de su defensa implacable y precisión.
En la otra semifinal, Paolini salvó los seis puntos de quiebre que enfrentó y cometió solo 10 errores no forzados frente a los 29 de Andreeva. Pasando de enfrentar a una adolescente en su quinto torneo importante a alguien que busca su quinto título importante, Paolini comentó: “Tengo un gran respeto por (Swiatek), pero mi objetivo es salir a la cancha el sábado, disfrutar del partido y jugar bien.”
Swiatek estableció rápidamente el control en la cancha Philippe Chatrier, animada por los aficionados que agitaban banderas polacas. Los errores tempranos de Gauff, incluido un golpe de volea salvaje, le dieron a Swiatek una ruptura en el juego de apertura. La frustración de Gauff fue visible en su lenguaje corporal y una disputa con la jueza de silla por una decisión. A pesar de un breve liderazgo de 3-1 en el segundo set, Gauff no pudo mantener el impulso, ya que Swiatek respondió con una racha de cuatro juegos, ganando finalmente en su cuarto punto de partido, lo que provocó cánticos de “¡Iga! ¡Iga!” desde las gradas.
