Xavier Alemany Ballesteros, rapero valenciano más conocido como 'El Bola', ha salido del paso de la polémica que suscitó este pasado jueves la grabación de su último videoclip en las sagradas instalaciones de la Catedral de Valencia sin el permiso de la Iglesia. El cantante ha decidido borrar la canción en YouTube y ha pedido perdón «a quien se haya molestado u ofendido». El Arzobispado y el Cabildo catedralicio exigió la retirada del vídeo difundido en redes sociales y en plataformas digitales, el cual se estrenó hace tres meses acumulando cerca de 138.000 reproducciones y en el que se le puede ver sobre el altar mayor y en otros puntos del templo ubicado en el centro de la capital del Turia. 'El Bola' ha publicado un nuevo mensaje en sus redes sociales hasta dar su punto de vista sobre todo lo acontecido alrededor del polémico vídeo. «Hoy se ha llenado de polémica internet y los medios de comunicación con el videoclip que grabamos con toda nuestra buena intención dentro de, para mí, la mejor iglesia de mi ciudad», comienza. MÁS INFORMACIÓN noticia No El yate encallado en una playa de Valencia atrae a los turistas: «¡Señoras, bájense del barco!» Asimismo, insiste en que «en ningún momento el vídeo fue hecho y editado para faltar el respeto a ninguna persona o creyente, ni mucho menos a ningún devoto, ni para dejar en mal lugar a la iglesia, sino todo lo contrario». Alemany explica que «solamente» grabaron en la Catedral porque la considera «un lugar enigmático, bonito y representativo de la ciudad». De este modo, pide disculpas públicas a cualquier persona que se haya sentido ofendida pero recalca que el videoclip y la canción nada tenían que ver con la religión, puesto que la temática se centraba en la superación personal. « No hago música para molestar ni para ofender , así que he decidido borrar el vídeo», concluye. Después de comprobar las imágenes, la Iglesia comunicó que valora tomar acciones legales contra el rapero y las personas que le ayudaron a grabarlas sin haber solicitado permiso para llevar a cabo el trabajo en el interior de la Catedral. «Actuaron sin consentimiento para hacerlo», asevera la Seu. Por último, criticaron el uso que se ha hecho de este lugar de culto, «especialmente de los espacios sagrados como el Presbiterio, el ambón y la Sede episcopal, que han sido utilizados para un fin totalmente extraño y ajeno a su carácter sagrado y a su finalidad litúrgica».