Carlos Alcaraz y Jannik Sinner, con sus respectivos equipos, han coincidido en el tiempo en pistas cercanas de la instalación Jean Bouin, situada a dos calles de Roland Garros. Normalidad absoluta antes de lo que ellos mismos califican como gran batalla, el mayor desafío, porque van camino de consolidar el clásico de los nuevos tiempos, como los mejores de la nueva generación que son.
Seguir leyendo...