Los
Boston Celtics empezaron la persecución de su 18º anillo con una exhibición poderosa en ataque y en defensa. Derrotaron con suficiencia a los
Dallas Mavericks por 107-89 (1-0), y por el camino dejaron un auténtico recital en la
protección del aro con nueve magníficos y espectaculares tapones sobre el rival. Fueron, probablemente, las jugadas más celebradas por el público del TD Garden, entregado a la causa y fascinado, especialmente, por la mordiente de
Kristaps Porzingis y Jaylen Brown, los dos jugadores más destacados del primer partido de las Finales de la NBA de 2024.
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