Si la inteligencia artificial es capaz de resolver una ecuación de segundo grado y hasta recitar de carrerilla la lista de los reyes godos, ¿cómo no va a conseguir ahorrar unos euros en la factura energética del hogar? Su respuesta va más allá de aconsejar apagar la luz, usar bombillas LED o regletas con interruptor como contesta ChatGPT. La IA ha ido más allá y ha conseguido enseñar a los electrodomésticos a adaptarse a las familias. Gracias a algoritmos de aprendizaje automático, los electrodomésticos se han convertido en inteligentes, que optimizan su funcionamiento y se adaptan a las necesidades del usuario, lo que se traduce en un menor gasto energético. «Se puede llegar a ahorrar hasta un 60%», señala Moohyung Lee, vicepresidente ejecutivo del equipo de experiencia del cliente de Samsung. La tecnológica surcoreana se ha propuesto convertir la inteligencia artificial en la mejor asistente en el hogar y también en la mejor economista. En los últimos años, el ahorro energético se ha vuelto fundamental debido al impacto en el consumo, sostenibilidad y preservación del medioambiente. El consumo medio de electricidad en un hogar en España es en torno a 3.500 kWh (teniendo en cuenta una ocupación de la vivienda por tres personas). Mientras, la huella de carbono es de 1,43 toneladas de CO2. «Nuestra motivación es hacer la vida más fácil y ágil a nuestros clientes», apunta Lee. No obstante, existe la creencia de que tener un hogar inteligente y conectado puede implicar un gasto extra por el excesivo consumo de energía. De esta manera, Samsung ha conseguido entrenar a sus frigoríficos para mejorar su eficiencia. Los datos del Informe Consumo del Sector Residencial en España producido por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico indican que este tipo de electrodomésticos acumula un mayor consumo en los hogares españoles. Además, los algoritmos programados en Corea del Sur no solo están preparados para entender los hábitos de consumo de los ciudadanos de todo el planeta. También son capaces de ver qué alimentos se guardan en los frigoríficos «para evitar el desperdicio alimentario», señala Lee. «AI Vision nos permite saber en todo momento qué tenemos en nuestra nevera y ver cuándo caduca», apunta. Tras las neveras y las televisiones, las lavadoras son la otra gran fuente de gasto y no solo energético. «Con varios sensores detectamos la carga y el tipo de textil para adaptar el lavado y ser más eficientes», detalla el vicepresidente ejecutivo del equipo de experiencia del cliente de la firma surcoreana. Estos electrodomésticos, gracias al machine learning, son capaces de interpretar los datos de peso de la ropa, la composición y la temperatura del exterior. Con esa información, AI Wash, así se llama la solución, además es capaz de dispensar la cantidad adecuada de agua y detergente y ajusta continuamente los tiempos de remojo, aclarado y centrifugado para obtener los mejores resultados. «También es capaz de controlar el nivel de centrifugado para evitar la emisión de microplásticos», señalan los responsables de la marca a este periódico. Además, recientemente Samsung ha lanzado su nuevo servicio SmartThings Energy, que utiliza la inteligencia artificial para detectar automáticamente la cantidad de energía que consumen los dispositivos Samsung conectados, ofrecer consejos útiles para ahorrar energía y, gracias al nuevo modo AI Energy, permitir a los usuarios reducir aún más su factura de la luz. De esta manera, la surcoreana no solo se preocupa por ofrecer productos de calidad, sino que también se asegura de que sus productos sean respetuosos con el medio ambiente y contribuyan a un futuro más sostenible.
