Elegir los mejores horarios para comer no es solo una cuestión de organización diaria, sino que impacta directamente en tu salud. Desayunar, almorzar y cenar a horarios adecuados puede mejorar tu bienestar general.
Descubrí qué horarios son los más beneficiosos para tu salud y cómo planificar tus comidas para sacarles el mayor provecho.
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Los horarios de las comidas pueden adaptarse a las rutinas de cada persona y cambiar de un día a otro. Por eso, es importante ser prudentes al determinar el mejor horario para comer.
En primer lugar, el desayuno rompe el ayuno nocturno y suele hacerse temprano, poco después de despertarse. Es común desayunar con suficiente tiempo antes del almuerzo.
Es por eso que se recomienda hacerlo lo más temprano posible. Estudios demostraron que comer tarde se asocia con un mayor riesgo cardio metabólico y dificultades para perder peso.
Comer o almorzar antes de las 3:00 pm se relacionó con beneficios para la salud, tanto en personas que siguen dietas controladas como en quienes tuvieron operaciones de reducción de estómago.
En general, lo mejor es almorzar a mitad de camino entre el desayuno y la cena, y hacerlo temprano. La hora exacta debe adaptarse a las necesidades individuales.
Para la cena, es importante considerar tanto los efectos en la salud como en la calidad del sueño. Comer tarde en la noche se asocia con mayor incidencia de obesidad y síndrome metabólico, especialmente en quienes se acuestan temprano. Por lo tanto, se recomienda cenar antes de las 22 horas.
Comer en cualquier horario puede tener un impacto negativo en nuestra salud. El organismo no elimina desechos con la misma eficacia cuando comemos a horas tardías, y el sistema inmunológico puede verse afectado.
Comer y cenar tarde desajusta nuestros relojes biológicos, provocando una desincronización interna. Las células se desorientan y las proteínas que se activan según la luz solar o la oscuridad se alteran. Estas proteínas, nuestros relojes biológicos, reciben órdenes del reloj biológico central, ubicado en el núcleo supraquiasmático del cerebro.
Cuando comemos en horarios en los que el cerebro no espera alimento pueden surgir varios problemas de salud: