Los clubs de la Premier aprobaron seguir con el
VAR. Solo el
Wolves, de capital chino e influencia del agente
Jorge Mendes, votó en contra entre los 20 equipos que decidieron que es mejor mantener el videoarbitraje que la nada. El
Wolverhampton se había quejado en varias ocasiones esta temporada y quiso ser fiel a sus manifestaciones durante la competición. Sirvió de poco y fue goleado en una Premier de decisiones contradictorias, capaz de sacar puntos a unos equipos, pero en cambio solo multar a otros y de ser demandada por el
Manchester City, siempre bajo sospecha pero siempre jugando mejor al ataque que en defensa.
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